En el mundo del alto rendimiento, las estrategias para gestionar la mente pueden marcar la diferencia entre avanzar o quedarse bloqueado. Laura Juárez, coach mental especializada en ayudar a deportistas y profesionales a alcanzar sus objetivos, ha popularizado una técnica aparentemente simple, pero sorprendentemente efectiva: el botiquín emocional.
Aunque nació como un recurso para trabajar con niños, Juárez asegura que funciona igual de bien en adultos que buscan mejorar su autoconocimiento y aprender a manejar emociones como la ira, la tristeza o la frustración.
Del semáforo emocional al botiquín emocional
“Tenemos un botiquín en casa para cuando nos duele la cabeza, pero nadie nos ha enseñado qué hacer cuando nos visita la ira, la rabia, la pena, la tristeza o la ansiedad”, afirma.
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Laura Juárez explica que también utiliza otro método infantil llamado semáforo emocional, que consiste en identificar el estado emocional con tres colores: rojo, amarillo y verde. Este sistema es muy útil para quienes todavía no tienen un gran nivel de autoconciencia, ya que permite reconocer de forma visual en qué estado se encuentran.
Sin embargo, la herramienta estrella es el botiquín emocional, que implica crear de forma física un conjunto de recursos personales para mejorar el estado de ánimo.
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Cómo se crea un botiquín emocional. Juárez propone a sus pacientes—desde niños hasta adultos de todas las edades— que adquieran una caja y materiales como cartulinas para decorarla. Después, en una sesión, les lanza una pregunta clave: “¿Qué es eso que haces, que cuando lo haces te hace sentir bien?”
A partir de sus respuestas —que suelen incluir actividades como ir a la playa, hacer senderismo, practicar deporte, leer, bailar o pasar tiempo con amigos—, van creando una lista personalizada. Esa lista se convierte en su botiquín emocional, un recordatorio tangible de acciones que pueden poner en práctica cuando las emociones difíciles aparezcan.
Ir a la playa
Un compromiso real con el bienestar
El ejercicio no termina en la sesión. Laura Juárez pide a sus clientes que, una vez elaborada la caja, le envíen una foto por WhatsApp para confirmar que han cumplido el reto. “Cuando ellos se comprometen, yo me comprometo más”, asegura.
Este sencillo método fomenta la autorregulación emocional y enseña que, al igual que cuidamos del cuerpo, también es necesario tener a mano herramientas para cuidar de la mente.
