Acompañar a una persona que sufre depresión es un terreno delicado donde las buenas intenciones no siempre bastan. Daniel Fez, cómico y creador de contenido, ha expuesto en su podcast El Sentido de la Birra una realidad incómoda: quienes nunca han experimentado una depresión profunda suelen recurrir a lugares comunes que, lejos de ayudar, pueden intensificar el sentimiento de incomprensión y aislamiento de quien la padece.
El problema de los consejos bienintencionados
Fez identifica con precisión el tipo de frases que suelen decirse con la mejor de las intenciones pero con el peor de los efectos: “tiramos a cartón, tiramos a las cosas típicas de: «No estés mal. Tampoco es para tanto. Piensa en el futuro...»”.

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El cómico ejemplifica esta desconexión con una analogía cruda pero muy ilustrativa. Ante la sugerencia de “pensar en el futuro”, la mente deprimida no puede generar escenarios positivos: ”¿Qué futuro? Lo veo todo negro”. Fez lleva esta idea al extremo para mostrar la profundidad del abismo: “a mí si me decían «piensa en el futuro» y yo: «¿Cuál? ¿En el que no estoy en la cárcel o en la que sí?»”.
Este ejemplo muestra cómo la depresión distorsiona completamente la perspectiva temporal y la capacidad de proyectar esperanza. Las soluciones simples chocan contra una realidad mental compleja donde el futuro se visualiza como una amenaza o simplemente no existe.

Depresión
El daño involuntario. Uno de los aspectos más delicados que señala Fez es que estas frases dañinas son pronunciadas “con toda la buena intención del mundo, obviamente, pero hacen mucho daño”. Esta paradoja—querer ayudar y terminar perjudicando—crea un doble conflicto: la persona deprimida se siente peor y además culpable por no responder positivamente a los intentos de ayuda.
La solución. Frente a este escenario, Fez propone un cambio de modelo. En lugar del consejero que habla, sugiere la figura del “copiloto de viaje, en ese viaje, en esa furgoneta de la ansiedad”. La metáfora del copiloto es poderosa: no es quien conduce o decide el rumbo, sino quien acompaña, apoya y está presente durante el trayecto.
La cualidad fundamental de este copiloto, según Fez, es que “se interese por saber qué es lo que tiene que decir”. Es decir, que priorice la escucha activa y empática sobre el dar consejos preconcebidos.

Saber acompañar durante la depresión
La necesidad de formar a los acompañantes
La reflexión de Daniel Fez culmina con una observación crucial que amplía la responsabilidad más allá de la persona deprimida: “muchas veces no solo hay que tratar a la persona que está con ese problema y darle herramientas, sino que también hay que tratar y darle herramientas a la persona que está con ella”.
Este enfoque reconoce que el apoyo efectivo requiere formación y concienciación. No basta con querer ayudar; hay que aprender cómo hacerlo de manera que realmente sirva de sostén y no se convierta en otro factor de estrés.