La falta de motivación entre los estudiantes suele atribuirse con rapidez a la pereza, la falta de interés o la escasa capacidad. Sin embargo, muchas veces el problema no está en el alumno, sino en el método. La forma en que se enseña, más que el contenido en sí, puede determinar si el aprendizaje despierta curiosidad o genera desánimo.
El coach educativo Ricardo Díaz ha reflexionado sobre ello en uno de los vídeo más recientes de su canal de TikTok: “Tu hijo tiene potencial para sacar buenas notas, lo sabes porque otros años ya lo ha hecho. El problema es que nadie le ha enseñado nunca a estudiar”, empieza diciendo.
Biblioteca, libros sobre mesa y fondo para estudiar.
“Lo que tu hijo necesita es un paso a paso claro que le permita organizarse, estudiar solo y volver a confiar en su capacidad”
Bloqueo al llegar a casa. El experto afirma que el 90% de los alumnos sufre el mismo obstáculo al llegar a casa después de las clases: “Llegan sin ganas de ponerse con las tareas y sin motivación por repasar”, explica.
Las distracciones y el sueño, temibles rivales a batir a la hora de ponerse a estudiar
Forzar no es la solución. Los padres, a menudo piensan erróneamente que la insistencia es la forma más rápida de que cumplan sus objetivos: “No necesitas hacer más resúmenes, tampoco ponerte a preguntarle la lección todos los días. Lo que tu hijo necesita es un paso a paso claro que le permita organizarse, estudiar solo y volver a confiar en su capacidad”, expone. Ricardo Díaz añade que obligarlos a estudiar sistemáticamente por las tardes no es lo más recomendable: “Después de más de cinco horas sentado en el colegio, lo peor es tenerlo tanto tiempo estudiando: solo quema y genera rechazo por estudiar, porque no ve fin a lo que tiene que hacer”, añade.
Enseñar a aprender. Aprender a aprender implica desarrollar autonomía, pensamiento crítico y curiosidad. Es dotar al estudiante de herramientas para investigar, cuestionar y conectar ideas, en lugar de limitarse a repetir información. En un mundo donde los datos están a un clic de distancia, esta habilidad se vuelve más necesaria que nunca.
Reflexión. El sistema educativo, centrado históricamente en la evaluación y no en la comprensión, sigue priorizando los resultados sobre el proceso. Las evidencias sugieren que cuando el alumno tiene mayor control y dirección sobre su aprendizaje, su motivación y sus logros mejoran. El reto para la educación contemporánea no consiste solo en transmitir conocimientos, sino en cultivar el interés y la capacidad de aprender.

