El veterano actor estadounidense Robert De Niro ha recibido esta noche, durante la gala inaugural, la Palma de Oro de honor del Festival de Cannes a su extraordinaria carrera de manos de Leonardo DiCaprio, amigo y compañero de reparto en Vida de este chico y Los asesinos de la luna, además de ser ambos actores fetiches de Martin Scorsese.
Visiblemente emocionado y ante un público que no dejaba de ovacionarle - entre el que se encontraba Quentin Tarantino y Sean Baker, ganador de la Palma de Oro el año pasado por Anora-, el protagonista de títulos como Taxi driver, Toro salvaje, Uno de los nuestros o Casino, de 81 años, ha agradecido al certamen el reconocimiento y en su discurso ha arremetido contra Donald Trump, con el que siempre ha sido muy crítico: “El arte busca la libertad, incluye la diversidad. Por eso el arte está amenazado, por eso somos una amenaza para los autócratas y fascistas de este mundo. La creatividad no tiene precio“, ha afirmado entre sonoros aplausos.

Leonardo DiCaprio aplaude a Robert De Niro
El actor le ha definido como el “presidente filisteo de Estados Unidos” y ha instado a los presentes a manifestar su oposición a su administración. “Tenemos que actuar ya. Sus ataques contra el cine son inaceptables”, ha declarado. “Sin violencia, pero con gran pasión y determinación. Es hora de que todos los que se preocupan por la libertad se organicen, protesten y, cuando haya elecciones, por supuesto, voten. Esta noche, y durante los próximos 11 días, demostramos nuestra fuerza y compromiso celebrando el arte en este glorioso festival”. Y ha querido dejar claro que los estadounidenses son conocidos “por ser democráticos y abiertos al mundo”, por luchar por la democracia. De Niro ha cerrado su parlamento con un sentido homenaje al lema de la Revolución Francesa: “a la libertad, la igualdad y la fraternidad”.
Poco antes, la presidenta del jurado de la sección oficial a concurso, Juliette Binoche, también tuvo palabras de gran carga política, haciendo referencia a la guerra en Gaza -curiosamente durante la rueda de prensa no quiso responder por qué no ha firmado la carta en la que más de 380 personalidades del mundo del cine denuncian el genocidio allí-, a la vez que ha instado al glamuroso público a recordar su humanidad. “La guerra, la miseria, el cambio climático, la misoginia primitiva, los demonios de nuestras barbaridades no nos dejan salida”, ha manifestado. “Hoy, los vientos del dolor son tan violentos que se llevan a los más débiles, a los rehenes del 7 de octubre y a todos los rehenes, a los prisioneros, a los ahogados que sufren el terror y mueren en un terrible sentimiento de abandono e indiferencia“.