En la primera edición del +RAIN Film Fest celebrada en el 2023, Fran Gas (Orihuela, Alicante, 1984) se alzó con el premio a la mejor película del primer festival europeo de filmes generados con inteligencia artificial por su pieza Of youth. Se trataba de un corto de ciencia ficción de cuatro minutos manipulando imagen preexistente con IA sobre una joven que es abducida por unos alienígenas que intentan arrebatarle su juventud. “Siempre me ha interesado mucho el territorio experimental en el cine y en los quince años que llevo como realizador, he tenido proyectos que he guardado en el cajón porque hacer cine es una proeza, y cuando descubro que se puede generar imagen con IA me veo con la obligación de experimentar con esta herramienta” explica a La Vanguardia “desde el punto de vista individual y no industrial” este director curtido en la publicidad y los videoclips que reside en Madrid desde el 2013.
Siempre le ha gustado el collage y es algo que le recuerda el uso de esta tecnología. “Empiezo a experimentar, a hacer mis primeros cortos y a tener en cuenta ideas que antes no podía llevar a cabo porque no tenía los recursos. No con un control absoluto porque parte de disfrutar bien de la herramienta es liberarse del control absoluto. Es un proceso que relaciono más con las vanguardias del S.XX y que he etiquetado como suraísmo (juego de palabras entre surrealismo e IA) que significa dejarse llevar por lo que ofrece la IA, buscar la sorpresa y a partir de ahí, ir creando”. Gas admite que la IA “es una herramienta, no un fin” y que le permite “hacer cine solo en mi casa” y propuestas visuales que no podría hacer de otra manera porque “no tengo el presupuesto” o “el tiempo para esperar una subvención”. “Soy una persona muy impaciente y la IA me ha dado libertad absoluta”, comenta. Y agrega: “Cada año en IA son como 10 en humanos. Hay un avance espectacular”.

Fran Gas ganó en la primera edición del festival
En esta tercera edición del +RAIN Film Festival, que tiene lugar en el Campus del Poblenou de la UPF y el CCCB hasta el viernes, el cineasta presenta su nuevo trabajo: Dark light yellow. “Este proyecto nace de una imagen accidental que genero sin querer y habla sobre la dualidad del ser humano y de cómo afectan las normas a la conducta del ser humano extrapolándolo a la psicología del color”. Gas compara la IA como tener una cámara en el móvil. “Todo el mundo puede generar una imagen, ahora de ahí a tener un discurso cinematográfico y darle coherencia a todo es imprescindible estudiar narrativa, tener un criterio en arte, sonido, música e interpretación y encontrar tu propia voz”. Y opina que muchas veces hay “mucha obra hecha con IA que no funciona nada porque la persona que lo ha hecho no se dedica al audiovisual”.
'Dark light yellow' nace de una imagen accidental que genero sin querer y habla sobre la dualidad del ser humano
No está muy al tanto del talento del panorama nacional -”me muevo más en festivales internacionales, sobre todo en Corea del Sur”- pero menciona la excelente gestión del pionero certamen catalán. “Es un reflejo de cómo va evolucionando todo como cuna de la investigación y del cine hecho con IA”. Y también alaba la labor de la productora catalana Artefacto, que lleva desde el 2014 investigando sobre esta herramienta. “Estoy trabajando con ellos y para mi son los mejores”. De cara a la posibilidad de que en un futuro la audiencia vaya a ver películas elaboradas cien por cien con IA, afirma que “lo artesano siempre tendrá un valor importante” y más allá de ahí “habría que plantearse si la gente quiere ver personas hiperrealistas que no existen”. Recuerda cuando salió el 3D. “Fue un boom y mucha gente se acercó porque era visualmente atractivo y le llamaba la atención. Una vez superado eso, la gente va a verla porque le interesa el argumento, no que sea en 3D. Al final, tú irás a ver una película hecha con IA porque te interesará de qué va, da igual que esté hecha con esta herramienta o no. Igualmente, la IA no suplantará a las películas tradicionales, solo ayuda a crear otra manera de contar historias”.

La investigadora y docente Laura Baigorri
Laura Baigorri (Barcelona, 1960) es profesora en la facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona y catedrática en Media Arts. Su trayectoria siempre ha sido teórica y de comisariado. Ha estado trabajando con el vídeo y el cine experimental y cada vez que aparece una nueva tecnología “voy viendo que sucede”. La base de sus preocupaciones siempre ha estado “entre lo verdadero y lo verosímil” y la IA “se presta a este juego”. Su primera pieza con IA está formada por tres cartas de despedida. “Son tres pequeñas películas como rescatadas de artistas de los años cincuenta. La primera va sobre un pintor húngaro que está en Londres con su primera exposición, que tiene mucho éxito, y desaparece. La segunda presenta a un pintor japonés que tiene alzhéimer y la tercera habla de un artista del expresionismo abstracto que decide que su obra no vale nada y se suicida. “He trabajado con un grupo. Yo he cerrado el guion por completo y he ejercido como de director en una película”.

Fotograma de 'Who was here', la pieza ganadora de esta edición
La experta se refiere a la IA como una herramienta y quita hierro a su vertiente polémica. “El dilema ético la tienen las personas, no la herramienta. Y es algo que ha pasado con todas las herramientas. Es como asignarle a la fotografía el poder de mentir, que está en quien maneja la cámara”. Gas interviene: “Creo que hay que diferenciar lo industrial de lo artístico. Las vanguardias del S. XX ya nos enseñaron que el arte está lleno de posibilidades. Muchos dijeron que no había ni límites. Nosotros estamos aquí desde el punto de vista artístico y como creadores experimentamos con esta herramienta e intentamos llegar a puntos creativos únicos. A nivel industrial es un melón diferente, todo un reto”.
La fotografía no se cargó a la pintura, el cine no se cargó a la fotografía. Cada vez que aparece un nuevo medio parece que ya el resto va a desaparecer, pero no
La investigadora y docente no tiene ninguna duda de que si bien ahora la mayoría de obras con IA son cortometrajes, a la larga se harán películas. ”¡Yo espero ser uno de los primeros!”- confía Gas. “En el tiempo que se pueda utilizar la herramienta de otra manera son películas. El mismo público del cine es el público que puede ver este tipo de piezas de IA. Ahora tiene unas características de rapidez de corte, un lenguaje muy rápido y de explotación de la creatividad de la propia herramienta. Tiene un lenguaje específico y se irá mimetizando con el tiempo. Pero es cine al fin y al cabo”, admite Baigorri. “La fotografía no se cargó a la pintura, el cine no se cargó a la fotografía. Cada vez que aparece un nuevo medio parece que ya el resto va a desaparecer, pero no”.
Los barceloneses Roc Albalat y Daniel Pitarch son dos de los cinco miembros de Taller Estampa, un colectivo artístico de realizadores, programadores e investigadores que trabajan en los ámbitos del audiovisual experimental y los entornos digitales. “Empezamos a trabajar con la IA en el 2017 y leíamos cosas como que las máquinas ven, un concepto que para nosotros nos generaba un montón de preguntas. Eso fue un disparador porque también nos interesa la investigación artística, entender las nuevas herramientas e intervenir en el discurso público”.

Los dos miembros del Taller Estampa
En el Auditorio del Campus de la UPF explicaron el proceso de producción de una instalación de nombre Ekphrasis, “que en el ámbito de la historia del arte es como la relación que se establece entre la imagen y su interpretación”. Se trata de un encargo que se basa en “cómo los descriptores intervienen en las imágenes, una capa que suele ser invisible a la vista la ponemos en primer plano y jugamos con ella”, declara Albalat, que aplaude que el festival reúna desde voces más críticas con el desarrollo industrial de estas tecnologías hasta CEO's de empresas tecno optimistas.
Como colectivo que trabaja de forma casera, “tenemos poco discurso en torno al futuro del audiovisual, pero sí nos preocupa el impacto tanto político como ecológico que puedan tener el desarrollo industrial de las herramientas de inteligencia artificial”, razona.

Imagen del corto 'No home movies'
De las ocho propuestas finalistas en la sección FEST, Who was here, de la griega Evi Stamou, resultó galardonada como mejor filme “por su documental especulativo que empuja el lenguaje cinematográfico a través de la correspondencia con la IA, la sutileza y el sentido del humor”, según argumentó el jurado formado por Jordi Balló, precursor del +RAIN, Szilvia Ruszev, artista e investigadora de la Universidad de Bournemouth, y la cineasta Carme Puche. El premio al talento emergente recayó en No Home Movies, de Amaïllia Bordet, mientras False witness, de Flo Yuting Zhu, fue reconocido con una mención especial.