Madness (★★★✩✩), una banda entrañable en el festival Alma

Crítica de Pop/Ska

Los británicos eligieron un repertorio que recuperó los clásicos, para satisfacción de sus talludos fans

Madness, ayer, en el festival Alma

Madness, ayer, en el festival Alma 

Festival Alma

La incombustible banda londinense Madness, que en su primera época se convirtió en un fenómeno del revival ska jamaicano, está cerca de celebrar el medio siglo de vida. Y como es de suponer, aunque sigan editando discos, el último de ellos Theatre of the absurd presents c’est la vie (2023), el repertorio recupera los clásicos, para satisfacción de sus talludos fans. La plaza del Poble Espanyol se llenó de polos Fred Perry y camisetas de The Skatalites y Dr. Calypso para celebrar el regreso al festival Alma de la jocosa y numerosa banda de diez músicos, en la que militan seis de los miembros originales, entre ellos el cantante Graham ‘Suggs’ McPherson.

Con una escenografía presidida por una pantalla a modo cine de barrio, en la que anuncian que vienen a presentar el hit parade, iniciaron el concierto con su primer gran éxito, la seminal versión del One step beyond de su héroe Prince Buster. Este músico jamaicano fue una influencia determinante y así lo reconocen en The Prince, un homenaje en el que aprovecharon para mostrarle en la pantalla, además de las caratulas de sus singles. Fue tan decisivo que incluso su nombre está sacado de un canción suya, Madness, que se reservan de colofón para el bis.

Pero no solo de ska y rocksteady han vivido sino que también fueron embajadores del pop new wave, como quedó claro con los rescates de NW5, My girl o The sun and the rain, e incluso se dejaron arrastrar por la sabrosura de lo latino, algo evidente en Return of the Los Palmas 7, cuyo título está inspirado en un hotel mallorquín. La parte central del concierto, con Wings of a dove y Lovestruck, fue la más anodina. E incluso su tributo a Jimmy Cliff con The harder they come, rescatando imágenes de la película, no hizo justicia al original.

La cinemática y ‘dubeante’ Grey day dio paso a la comedia de Shut up, en la que la sección de vientos dejó sus instrumentos para convertirse en bobbies aporreando al saxofonista. Y en Mr. Apples tocan un tema muy actual, el de un hombre de apariencia respetable que lleva una doble vida llena de actividades cuestionables, a ritmo de fanfarria y piano de taberna.

Todos esperaban que volviera el ska, algo que ocurrió con House of fun y a partir de ahí la gran fiesta con Baggy trousers y el celebérrimo Our house, previo a la culminación con la caricia soul-reggae It must be love, un tema de Labi Siffre que hicieron suyo. Y para rematar la entrañable Night boat to Cairo, con imágenes de Liz Taylor y Richard Burton en Cleopatra y el mensaje de disfrutar del viaje de la vida.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...