Robert Redford se retiró simbólicamente de su gloriosa carrera de actor por primera vez en 2001, al coprotagonizar Spy Game junto a un joven y muy sexy Brad Pitt, un filme en el que de algún modo pasaba el testigo generacional en tanto que espía de la CIA en la ficción y en tanto que rubiales de Hollywood con estilo en la vida real.
Aquel guion que se rodó a las órdenes de Tony Scott con un encantador abuso del travelling circular y de cámaras colgadas de helicópteros, narraba las últimas horas en activo de un oficial superior de la CIA que, a punto de jubilarse, quiere salvar a su pupilo de ser ejecutado en la cárcel de Sideshow, en la China. Para lo cual improvisa un plan con el que burlar a sus propios superiores... entreteniéndoles recordando a modo de flash back cómo reclutó y formó al joven con operaciones encubiertas en zonas de conflicto: Vietnam, el Berlín de la Guerra Fría o Medio Oriente.
Encarna al estratega veterano que, con frialdad y experiencia, intenta salvar a un espía de campo y burla a los colegas de la CIA impacientes por perderle de vista
Redford, estrella del viejo y nuevo Hollywood, daba otra lección de estilo y saber estar encarnando al estratega veterano que, con frialdad y experiencia, intenta salvar a un espía de campo arriesgado, apasionado y rebelde (Pitt). Ni los estallidos superlativos de los coches bomba en Beirut consiguen despeinar a un Redford aventajado y calculador que maneja su existencia como un actor inmerso en un decorado. En suma, una reivindicación de la dignidad y sabiduría del jubilado al que en su oficina los catetos aspirantes a oficial quieren perder de vista cuanto antes.

Robert Redford en 'El golpe'
Tras aquel último film de acción, el astro que hizo tándem con Paul Newman en El golpe o Dos hombres y un destino, y que dejó huella en cada una de sus interpretaciones, especialmente en El gran Gatsby y Memorias de África, pero también en El candidato, Todos los hombres del presidente, La jauría humana, Tal como éramos o El jinete eléctrico interpretó a personajes en su senectud. Ya fuera como granjero mayor en Una vida por delante, junto a Jennifer Lopez, o como profesor universitario con ideales en Leones por corderos, junto a Tom Cruise y Meryl Streep.
Luego, en la segunda década del siglo XXI, la cosa se volvió más decrépita. Interpretó a un ex activista en Causas y consecuencias, que dirigió él mismo, o a un viejo marinero que lucha en solitario por sobrevivir en alta mar en Cuando todo está perdido. Y de nuevo, en 2015, dio vida a un profesional a punto de jubilarse en el docudrama político La verdad, aquí como presentador de televisión.

Robert Redford fallece a los 89 años
Las últimas apariciones en la pantalla grande las haría con Un paseo por el bosque, junto a Nick Nolte en plan dos amigos mayores por el sendero de los Apalaches; Nosotros en la noche (un Descalzos por el parque cinco décadas después) con Jane Fonda haciendo de dos viudos en busca de compañía; The discovery, en la que interpreta a un científico que descubre la vida en el más allá, y finalmente The old man and the gun, en el que atraca bancos, y que supuso su retiro definitivo en 2018.