'Nebraska', la América real

Ante el estreno del biopic del Boss

Un disco austero y emocionante cuya historia está a punto de iluminar un próximo boxset, 'Nebraska ‘82'

Bruce Springsteen, un hombre frente a su mito

Bruce Springsteen en la portada de un single de 'Nebraska'

Bruce Springsteen en la portada de un single de 'Nebraska'

El Boss celebró el preestreno del biopic Springsteen: Deliver me from nowhere cantando Land of hope and dreams a lo héroe de la resistencia. Está combativo y en plena forma y se ha sumado a la promoción de una película que narra la gestación de un álbum que ha alcanzado la categoría de mítico. El bajón existencial que Bruce vivió tras la cumbre de The river lo curó componiendo para exorcizar la pena en canciones de puro sentimiento, que son como ver pasar paisajes por las ventanillas de un coche, deslizándose por tierras baldías, buscando alguna clase de refugio, tal como refleja su portada.

Escribió un cancionero convertido en un clásico de la cultura americana, que 43 años después sigue sonando como un ejercicio de honestidad brutal

Un disco austero y emocionante cuya gestación e historia está a punto de iluminar un próximo boxset, Nebraska ‘82, que promete incluir la versión eléctrica del disco con la E Street Band y otros inéditos. Sus historias de perdedores y criminales, aunque fuesen gestadas en aislamiento y reflexión y en condiciones caseras de lo-fi “do it yourself”, inspiran imágenes poderosas. Springsteen mudado en cantante folk-rock, con la emblemática Open all night por bandera, se convirtió en un gran diseccionador de la vulnerabilidad del Sueño Americano, buscando inspiración en John Ford y Terrence Malick, en Flannery O’Connor y Jim Thompson, Woody Guthrie y Hank Williams, para escribir un cancionero convertido en un clásico de la cultura americana, que 43 años después sigue sonando como un ejercicio de la honestidad brutal a la que apelaba Calamaro.

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Los personajes de Atlantic City no pueden escapar a su destino, en una joya folk soul convertida en uno de sus hitos compositivos. Por no hablar del folkabilly Johnny 99, que poco después versionaría el mismísimo Johnny Cash, la sublime balada Highway patrolman, pura narrativa social, o un State trooper que parece inspirado por el psychobilly de Alan Vega. Probaron de vestirlas de arreglos, pero ninguna banda puede mejorar la efectividad de unas maquetas qué, con la única ayuda de guitarra acústica, armónica, percusión, mandolina y poco más, construye una obra maestra, arrebatada y llena de vida, por la que fluye la narrativa de un verdadero cronista de la América real.

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