Julia Ducournau: “La sociedad prefirió arrinconar a las víctimas del sida y no enfrentarse a la pandemia”

Entrevista  

La ganadora del festival de Cannes con 'Titane' estrena su nueva película, 'Alpha', otra muestra de 'body-horror'

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Julia Ducournau y el actor francés Tahar Rahim en el último festival de Cannes 

JULIE SEBADELHA / AFP

Nacida en 1983, Julia Ducournau creció en un mundo marcado por el sida que opta por reproducir en Alpha , su nueva película tras la Palma de Oro de Titane , de manera alegórica y atemporal. Igual que su ópera prima, Crudo (2016), donde una adolescente se descubría una insaciable sed de carne fresca, Alpha es otra muestra de body-horror –terror corporal–, sobre todo si pensamos en Tahar Rahim, que perdió 22 kilos para interpretar al toxicómano condenado por una enfermedad que no se nombra en ningún momento.

Zona de confort

En esta película fui hacia lo que más me incomodaba: un guion muy hablado”

¿Porqué ha preferido hacer una película abstracta y no una de época centrada en el sida?

Crecí viendo como la gente se moría y lo que más me impactó fue que la sociedad prefirió arrinconar a las víctimas y no enfrentarse a la pandemia. Pero quería que fuese válido para otras épocas, porque cada generación tiene su epidemia –el sida, la droga, el covid…–, y, sobre todo, porque la película habla de un trauma intergeneracional: no se hizo un duelo por las muertes del sida, que dejaron un sentimiento de culpa heredado por las siguientes generaciones.

¿La última pandemia también la inspiró?

Entonces ya tenía esta película en mente, aunque pensé que la haría cuando fuese más madura y experimentada, no solo por la epidemia, sino porque también trata de una adolescente que se emancipa de su madre, y para mí eso es muy duro porque significa cortar con tu origen, el cuerpo del que provienes...

¿Y qué la impulsó a filmarla ahora?

Las circunstancias. Mis productores siempre esperan que les mande algo. Me puse a escribir, pero me di cuenta de que todo lo que me salía estaba dentro de mi zona de confort, lo cual es muy aburrido desde el punto de vista creativo. Así que borré el archivo, y me dije: ve hacia lo que más te incomoda, ahí donde te sientes menos segura, o sea, esta película.

Está claro que aquí ha asumido riesgos, ¿cuál cree que ha sido el mayor?

A diferencia de mis películas anteriores, es una película muy hablada. Eso es lo que más me asustaba, tanto en la escritura como en la dirección de actores, porque mis películas siempre han sido más visuales. El trabajo con el cuerpo, el baile, eso lo tengo más dominado.

¿Cómo se le pide a un actor como Tahar Rahim que pierda tanto peso?

No hizo falta. Cuando leyó el guion, y vio que se trataba de un yonqui gravemente enfermo ya se imaginó la pinta que iba a tener. No le dije cuántos kilos tenía que perder, estaba muy acompañado por médicos y nutricionistas. Le dejé hacer, me dediqué a estudiar su cuerpo, esa manera de curvar la espalda que le hace parecer como un ángel sin alas. Pensé en cómo iluminarlo, en las coreografías, los movimientos de cámara…

¿Cómo llegó a esta representación de la epidemia?

Tenía claro que no quería que apareciera una aguja introduciéndose en un brazo, y también que no quería que esos hombres estatua, que me inspiraron las tumbas en las iglesias, se presentasen al espectador como animales de circo.

¿Le dan miedo las agujas?

No. Como mis padres son médicos, se me dan bastante bien.

¿Ha influido la profesión de sus padres en una carrera abocada al body-horror?

Por supuesto, pero he hablado tanto de ellos por mis anteriores películas que ya no es noticia. Una cosa que me enseñaron es que cada paciente es un caso único: no se puede tratar a dos pacientes de la misma manera, aunque estén infectados por la misma enfermedad. Y también que alguien que se está muriendo sigue estando vivo.

¿Usó el himno de Nick Cave The Mercy Seat para enfatizar eso?

Sí, quería hablar de la inevitabilidad de la muerte y de cómo afrontarla. Cuando Nick Cave dice “No temo a morir” se entiende que el personaje de Rahim ha aceptado su destino. Selecciono con mucho cuidado las canciones que suenan en mis películas, empezando por la letra. Es como hacer que los artistas que admiras hablen por ti.

¿Se siente la heredera de David Cronenberg?

Me halaga que me lo digan. Lo cierto es que he coincidido mucho con él, y siempre hablamos muchísimo. Nuestras mentes están en sintonía.

La película también tiene un guiño al síndrome de Münchausen por poderes, ¿no es así?

¡Buen trabajo! Ha sido el primero en verlo. Hay algo de eso en la relación que esta madre y su hija tienen con la enfermedad, aunque más en el sentido del miedo y de la negación.

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