Como si fuera Alicia en el País de las Maravillas, pero atravesando el infierno, la dramaturga ucraniana Sasha Denisova se ha imaginado en The Hague a una niña de 13 años que sueña el juicio de Vladímir Putin en la Corte Penal Internacional de La Haya. Un juicio que difícilmente llegaremos a ver, a pesar de la orden de detención contra el presidente ruso de marzo del 2023.
“Conocemos poco el teatro búlgaro y Temporada Alta hacía tiempo que quería traer este espectáculo al festival gerundense –explica el director Narcís Puig–, pero la magnitud del montaje lo hacía inviable. Ahora, gracias a la gira internacional que cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura búlgaro, se podrá estrenar en el Estado, en el teatro Municipal de Girona, este sábado”.
“La hice para el público europeo, porque no conocéis realmente a estos criminales”, declara Sasha Denisova
¿Y por qué está detrás Bulgaria, si la dramaturga es una ucraniana que vivía en Polonia? Pues porque el director teatral Galin Stoev es búlgaro y cuando la mayoría de sus conciudadanos apoyaron la invasión de Ucrania, sintió “una reacción violenta” que le asustó, y también se dio cuenta de que “no sabía nada del teatro ucraniano”.
“Contacté con Denisova, que vivía en Polonia y trabajaba con refugiados ucranianos –continúa Stoev–, y me contó que estaba escribiendo este juicio a Putin. Hacía años que yo vivía en Bélgica y Francia, y la monté en búlgaro por este síndrome de Estocolmo que tienen los búlgaros con Moscú”.
Con el apoyo “sorprendente” del Teatro Nacional de Bulgaria, el director pudo montar The Hague en dos meses. “Este texto más que una obra es un constructo que te da un espacio para experimentar y reflexionar. Hay diez personas en el escenario que representan a personas reales próximas a Putin. Gente que se dedica a robar, políticos y periodistas corruptos... Y los colocamos en un lugar donde quizá no estarán nunca. Con el teatro necesitamos encontrar un espacio para que esta justicia se produzca”, razona.
Denisova recuerda que escribió la obra el primer año de la guerra: “La hice para el público europeo, porque creo que no conocéis realmente a esos criminales. El objetivo era explicaros a qué tipo de personajes nos enfrentamos, los asesinos más altos. Son tontos, pero son peligrosos”.
La autora detalla su artefacto teatral: “Mi objetivo era mostrarlos graciosos, en la tradición medieval europea. Es una sátira sobre la tiranía y al mismo tiempo es un documental, porque estos criminales hablan con citas documentadas. Ahora que Ucrania se tiene que enfrentar a las condiciones de Putin y Trump es un momento histórico que aún da más sentido a la representación que se verá este sábado en Girona”.


