Julia Roberts adora “el olor de estas preguntas por la mañana”. La cita de Apocalypse Now no va más allá. Pero si, como explicaron en la presentación, “nuestro objetivo es hacer discutir”, Guadagnino y su protagonista lo han conseguido con creces. Ahora deberán afrontar las consecuencias del debate.
After the Hunt, el filme del director italiano más cotizado en Hollywood con el que la actriz de Pretty Woman debuta en el Festival de Venecia, cuestiona de forma explícita algunos de los pilares de la cultura woke, empezando por el de los abusos. La historia transcurre en Yale, uno de los centros neurálgicos del movimiento Me Too (junto con Hollywood), símbolo de cómo la academia también se convirtió en escenario de activismo y controversia.
Los actores Will Price, Michael Stuhlbarg y Andrew Garfield, el director italiano Luca Guadagnino y las actrices Julia Roberts, Ayo Edebiri y Chloe Sevigny llegaban este viernes a la proyección de 'After the Hunt' en el 82.º Festival de Venecia
Roberts interpreta a una prestigiosa docente de filosofía que aspira a un ascenso. El ambiente distendido del departamento se rompe cuando su alumna favorita, Ayo Edebiri (estrella de las redes sociales), acusa de acoso a otro profesor (Andrew Garfield). El thriller psicológico, construido sobre largas conversaciones, no ofrece soluciones ni certezas absolutas. Nadie resulta del todo inocente, tampoco —y ahí reside el punto más delicado— la presunta víctima. El profesor señalado es despedido en cuestión de días y la protagonista oscila entre una tibia solidaridad con su estudiante y la atracción por su colega. Esa ambigüedad revela un pasado turbio que emerge en el desenlace, deliberadamente abierto.
No sé si habrá polémicas, pero queremos que la gente converse, que se apasione, incluso que se enfade”
“No sé si habrá polémicas, pero queremos que la gente converse, que se apasione, incluso que se enfade —explicó Julia Roberts en la rueda de prensa—. Solo representamos estas vidas en este momento, pero si la película consigue que la gente hable entre sí, será el mayor éxito”. Y añadió: “Creo que la cinta recupera debates del pasado desde una mirada nueva. Queríamos que hubiera emociones y puntos de vista distintos”.
Guadagnino se adentra deliberadamente en el terreno de lo políticamente incorrecto, y lo sabe. Aunque no siempre se exprese con claridad: “He mostrado un choque de versiones opuestas. No se trata de un manifiesto para revivir valores caducos. La idea es mirar a las personas a través de sus realidades. No hay una más importante que otra”. Sin embargo, hace unos días, en una entrevista con la edición estadounidense de Vanity Fair, admitió que su objetivo era que los espectadores se sintieran “incómodos”.

