Reivindicar y reavivar una “nueva Andalucía”. Este fue el propósito que proclamaron los miembros de Califato ¾ cuando lanzaron su tercer larga duración, Êcclabô de Libertá, en febrero del año pasado, coincidiendo, claro, con el día de Andalucía. Sin embargo, si uno repasa su trayectoria desde que este colectivo de productores y músicos sevillanos se reunieron en el 2018 para fundar el ambicioso proyecto, diríase que ese siempre fue el objetivo: modernizar el rico folclore propio con sonoridades electrónicas, pero siempre respetando aquello más genuino. Desde el nombre, que combina reminiscencias andalusíes con el compás ternario propio del flamenco, a las letras, escritas en unas normas ortográficas propias de los dialectos del sur, todo respira a Andalucía. A una Andalucía auténtica, pero del siglo XXI.
Ese ha sido siempre su gran valor, y siempre lo han reivindicado. Y eso explica también el gran impacto que tuvo su primer disco, Puerta de la Cânne, publicado en el 2019. El pop de los últimos cincuenta años ya había dado grandes muestras de mezcla con la tradición, desde el rock andaluz de unos Smash o unos Triana a toda la línea del flamenco fusión que representaron los Camaron, Veneno, Morente, Pata Negra o Ketama. Sin embargo, Califato ¾ impresionó por llevarlo a otro lado, y no solo limitarse al flamenco, sino saber meter en la coctelera copla, canción popular o tradición andalusí con funk, hip-hop y el sinfín de géneros de la electrónica que se quieran. El abanico es infinito y el resultado, abrumador.
Su coctelera musical va del flamenco, la copla y la tradición andalusí al funk, el hip-hop y todo tipo de electrónica
Esa misma altura de miras es la de Êcclabô de Libertá, que además juega el papel de conectar artistas andaluces de varias generaciones y sensibilidades. De ahí las colaboraciones con Lole Montoya (Libre çoy ), La Plazuela (Pintora ), No Me Pises Que Llevo Chanclas (Xancla Lebantá ) y otros tantos. Todo cabe, desde las sonoridades de Semana Santa presentes en el arranque Êcclabô de Libertá y en el cierre Çilencio, hasta la taranta profunda, las nanas populares o las jaranas guitarreras (y con casiotone) de las fiestas de pueblo.
Tras el álbum, han seguido lanzando material, como la doble colaboración con Ángeles Toledano, Romanze y La Cigarra, o el estimulante techno funk XKTÚXKYO . Así, el concierto de este viernes en Razzmatazz 1, en el marco del GuitarBCN, tendrá novedades y servirá para confirmar la buena sintonía de la banda con Barcelona, una plaza siempre atenta a lo que le ofrece el sur peninsular. Ellos, a preguntas de La Vanguardia, esperan hoy “un fiestón gordo” y viven sus directos en Catalunya de forma especial: “Cada vez que venimos, la respuesta es increíble, como si fuera otra provincia andaluza. Es uno de los lugares donde hay mayor conexión”. Ya gustaron en la Mercè o en la presentación del disco de hace un año; hoy no será menos.