Enrico Ianniello se pone en la piel de Isidoro, un niño que era feliz en los años setenta en Irpínia, en el sur de Italia, pero que un terremoto le cambió la vida. El actor italiano, conocido del público barcelonés por sus colaboraciones con La Perla 29, es autor de una novela multipremiada, La vita prodigiosa di Isidoro Sifflotin (2015).
Gracias a un don especial que lo hace único, que es la capacidad de comunicarse con un nuevo lenguaje a través de silbidos como hacen los pájaros, Isidoro, junto con su padre, sindicalista y poeta que se encierra en el lavabo para escribir cartas de amor, crea un diccionario de silbidos, necesario “para enseñar una nueva lengua a sus coetáneos y defenderse de un mundo arrogante que les quiere despreciar”.
Yo tenía la misma edad que Isidoro, 10 años, y de pequeño silbaba todo el día. También viví el terremoto de Irpínia
Ahora, de la mano de Pau Miró, los dos han convertido las peripecias de aquel niño en una pieza teatral íntima y llena de magia. Porque Isidoro no deja de ser un alter ego de Enrico Ianniello.
“Yo tenía la misma edad que Isidoro, 10 años, y de pequeño silbaba todo el día. También viví el terremoto de Irpínia (1980) mientras celebrábamos San Clemente, porque mi abuela se llamaba Clementina, y tuvimos que huir en medio de un apagón general. Durante una hora nos perdimos… Para mi generación, aquel seísmo fue una fractura: mis hermanos mayores lo vivieron haciendo la mili y muchos vecinos perdieron familiares”.
Y añade: “Siempre me ha gustado silbar, hasta el punto de que mi madre me decía: ‘No hace falta que toques el timbre, siempre sabemos cuándo llegas’”.

