El Chelsea se ha llevado alrededor de 104 millones de euros por ganar un mundialito estrambótico organizado por Gianni Infantino, presidente de la FIFA. Que es extraño o poco común y hecho por capricho es la definición de la palabra estrambótico. Eso ha sido el denominado oficialmente Mundial de Clubs que se ha disputado en EE.UU. y que no ha servido mucho para dar una buena imagen de cara al Mundial de selecciones que se disputará el año que viene en Estados Unidos, junto a Canadá y México.

Reece James, del Chelsea levanta el trofeo de campeón del Mundial de Clubes junto al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump
Solo ha habido tres momentos buenos deportivamente: el partido entre el Bayern y el PSG, la primera parte de los franceses ante el Madrid y también la primera mitad de la final con el Chelsea. Las entradas de la primera fase se llegaron a rebajar un 80 por ciento, a pesar de que FIFA se gastara 50 millones en campañas para la estimular la venta. En la inauguración, ante el miedo de ver el estadio vacío, se hicieron ofertas a estudiantes de College de cuatro entradas por 20 dólares. Se podía ver a Messi por apenas cuatro dólares. De localidades que valían 306 dólares se pasó a 50. Y eso que la inversión de FIFA en todo el torneo fue de mil millones de euros. Si el Chelsea se llevó 104 millones, el PSG, finalista, se fue con 97 millones; el Madrid con 74 y el Atlético de Madrid, con 23.
El torneo de Infantino ha sido un despilfarro, con jugadores agotados y poca gente en las gradas
No estuvieron los tres ganadores de las grandes ligas europeas: ni Barça ni Liverpool ni Nápoles. Y la FIFA fue incapaz de habilitar wild cards para invitarlos. Se saltaron todas las reglas del mercado al dejar fichar a los participantes antes de la competición. Y las audiencias fueron a la baja. La de la final, por Telecinco, no estuvo mal ya que congregó a 2,9 millones de espectadores, con un 28,3 por ciento de share. Pero todas finales de la Copa del Rey española las superaron de largo y está muy lejos de los 13,6 millones de la final de la Eurocopa masculina, con un 78,7 por ciento de share. La final del Mundial de selecciones entre Argentina y Francia tuvo a 12 millones de telespectadores. La entrega del trofeo del mundialto no se pudo ver por Telecinco ya que se trasladó a Energy, un canal menor, algo impensable en otro gran trofeo.
Los jugadores acabaron agotados. Valverde, centrocampista del Madrid, disputó esta temporada 72 partidos, 14 más que Pedri (58) en un formato que no ha servido de ensayo para el Mundial de selecciones de EE.UU. y con partidos jugados en horario laboral entre semana. La fórmula ha funcionado poco aunque en la final estuviera Donald Trump presidiendo el palco, un árbitro iraní, nacionalizado australiano, en el campo y la ganara un equipo, el Chelsea, propiedad de un multimillonario americano que lo adquirió tras la espléndida etapa que dejó un multimillonario ruso. Estrambótico.