Al igual que Trump, el FC Barcelona consigue ser noticia todos los días, un gran mérito si tenemos en cuenta que el último partido oficial se disputó hace 67 días y el ambiente es tan alegre que se diría embriagado. La noticia del día es que FC Barcelona y la República Democrática del Congo han alcanzado un “acuerdo estratégico de cuatro años” por el que el club asume “un compromiso compartido por fomentar el desarrollo polideportivo dentro de la RD Congo”.
¡Ah! Y en el futuro Espai Barça del futuro estadio habrá Casa de la RD Congo para mostrar las maravillas de aquel país –guerra en el este y 13 millones de hambrientos aparte– y aparentar que no estamos ante un acuerdo mercantil al uso sino ante otra demostración del compromiso social, valores extradeportivos y todas esas cosas relamidas que los publicistas emplean en estos casos.
¿Volverá a los bares del Camp Nou el Lumumba –Cacaolat y coñac– gracias al acuerdo con la RD Congo?
Por cierto, ¿servirán en los bares del estadio Lumumbas, cóctel o brebaje muy del siglo XX consistente en Cacaolat frío o caliente con coñac? La bebida homenajeaba –de aquella manera– al bueno de Patrice Lumumba, héroe de la lucha por la independencia al que los belgas y la CIA hicieron desaparecer allá por 1961.

El Camp Nou, en obras
La noticia de ayer tuvo la virtud de tapar la noticia de anteayer: la portería, con un panorama entre circense y atómico. El club trata de echar al titular y capitán del equipo, Ter Stegen, cuyo contrato expira en el 2028, y éste se ha operado por su cuenta, acaso para no certificar que tiene para cuatro meses en el dique seco (plazo que permitiría liberar un 80% del salario del alemán). Lo maravilloso del asunto es que el FC Barcelona fichó a un portero emergente para darle galones y a día de hoy Joan Garcia ya debería empezar a rezar para que le inscriban (no es de extrañar que el representante de Williams se negase a aceptar un contrato basado en la fe, la resurrección y la promesa de la vida eterna).
La noticia de anteayer permitió olvidar los fiascos iniciales de la gira asiática, un ejemplo del viva Cartagena que rige la forma de trabajar del club (ver Las malas compañías de Serrat en la que canta Que pa’ellos la amistad es lo primero ). Gran virtud la amistad, no todo va a ser firmar contratos con los primeros que pasan o los que más saben de lo suyo.
La actualidad del FC Barcelona es muy veraniega, como la sangría, y ayuda a pasar el rato a condición de tragar o echarle la culpa a Miró-Sans que podía haber previsto la obsolescencia del Nou Camp.
Por cierto, ¿cómo se tomará estas astracanadas, retrasos y el lío de los porteros un entrenador que sanciona al jugador que llega minutos tarde a una charla?