La 'salvada' de un cámara de MotoGP esquivando la 'moto voladora' de Acosta

Se rozó la tragedia en el GP de Hungría

El cámara de Dorna se llevó un susto de muerte al impactar en su posición la KTM descontrolada del murciano cuando se accidentó en la 'qualy'

Momento en el que la moto de Acosta impacta con la torre donde está el cámara de Dorna, a unos 3 metros del suelo

Momento en el que la moto de Acosta impacta con la torre donde está el cámara de Dorna, a unos 3 metros del suelo 

VIDEOTAPE MOTOGP

La salvada del Mundial 2025 no se vio en el asfalto, ni fue de ningún piloto, sino que ocurrió más allá de la grava y la protagonizó un cámara de MotoGP. El espectacular incidente rozó la tragedia, pero por suerte acabó solo en un susto de muerte para João Cabrera, un cámara brasileño de Dorna que esquivó la KTM descontrolada de Pedro Acosta al inicio de la sesión de clasificación.

El incidente ocurrió al comienzo de la qualy del GP de Hungría, el sábado, cuando el murciano perdió agarre y se fue al suelo, sin consecuencias físicas para él. Pero su moto, descontrolada, salió despedida dando volteretas por la escapatoria de grava hasta que golpeó con las vallas de neumáticos que delimitan la instalación del nuevo circuito de Balaton Park. Inesperadamente, la KTM saltó en vertical unos tres metros y colisionó con la torre donde estaba apostada la cámara de televisión de Dorna.

En las imágenes facilitadas por MotoGP se aprecia cómo el operador de cámara, João Cabrera, un veterano del campeonato, brasileño que reside en Madrid, se aparta instintivamente al ver llegar la KTM volando. La moto no le golpea, pero llega a impactar con la cámara. El hombre, tras el susto, saludó con el pulgar hacia arriba, en señal de que se encontraba bien.

El susto

Acosta se interesó por la integridad del  operador de cámara, que no sufrió ningún daño

Tras ver cómo brincaba su moto por la grava, Acosta fue siguiendo la trayectoria y se percató de que había impactado contra la torre del cámara. El piloto murciano se quedó mirando para comprobar que el hombre estaba bien y se fue corriendo a buscar su segunda KTM para continuar la sesión clasificatoria.

Una vez finalizada, Acosta saludó al operador de cámara interesándose por su salud y se fundieron en un abrazo.

-¡Qué susto! ¿No?

-Ahora te veo mejor que cuando ha pasado, la verdad.

-Te he visto mirando hacia arriba...

-Sí, la moto ha subido bastante...

-Tres metros.

-¿Estás bien entonces?

-Sí, a mí no me ha tocado nada. A la cámara sí, un poquito.

-Bueno, la cámara...

-La cámara se arregla...

-Pichi, encantado. Me alegro de que estés bien... ¿Quieres ver el box? -finaliza Acosta el encuentro con Joao-. De recuerdo, el piloto le regaló al operador de cámara una protección de la rodilla firmada.

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