La Guardia Civil detuvo este viernes a doce personas por un delito de desórdenes públicos por frenar la marcha de los ciclistas al inicio de la subida al Angliru, durante la decimotercera etapa de la Vuelta, en protesta por la participación del equipo Israel-Premier Tech.
La etapa ha sufrido una interrupción a 12,1 km de meta al irrumpir en la carretera un grupo de personas que se manifestaban a favor de la causa palestina al inicio del ascenso al Angliru.

Espectadores con banderas palestinas
La presencia de público denunciando los ataques de Israel sobre Gaza, y especialmente sobre su población, está siendo una constante durante el desarrollo de las etapas de La Vuelta. Hace dos días, al paso de la ronda por la ciudad de Bilbao se produjo el primer bloqueo de la carrera por activistas en contra de Israel. Esa protesta se saldó con tres detenidos, cinco personas más identificadas y cuatro agentes de la Ertzaintza lesionados.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha alabado el “gran trabajo” del equipo israelí en la prueba “por no ceder ante el odio y la intimidación”, ante las continuadas protestas
Según informó el Instituto Armado, en torno a las 16.20 horas, los tres ciclistas que iban escapados del pelotón e iniciaban la subida se vieron sorprendidos por un grupo de doce personas que, de forma súbita, irrumpieron en la carretera cortándola mediante la colocación de una pancarta que era sostenida por seis de ellos, mientras que el resto se encadenaban entre sí.
Los escapados eran el ecuatoriano Jefferson Cepeda (Movistar Team), el luxemburgués Bob Jungels (Ineos Grenadiers) y el kazajo Nico Vinokourov (XDS Astana), y estaban muy cerca del inicio del ascenso al Angliru, final de etapa.
Esto obligó a que los corredores tuvieran que detener su marcha durante medio minuto, si bien la carrera continuó de inmediato debido a la rápida actuación de los componentes de la Guardia Civil de Tráfico y del Grupo Rural de Seguridad que conforman la Unidad de Movilidad y Seguridad Vial que acompaña a la Vuelta.
Los agentes de la Guardia Civil consiguieron apartarlos de la carretera, lo que permitió que la prueba ciclista pudiera seguir disputándose.
Una vez identificados los integrantes de este grupo de personas, por parte de componentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Asturias, se procedió a su detención como autores de un delito de desordenes públicos.