Balcón VIP en Sant Joan Despí

Barça

Los vecinos del edificio anexo al estadio ven el partido con todas las comodidades en sus atestadas terrazas

14 - 09 - 2025 / Barcelona / Partido entre el FC Barcelona y el Valencia en el estadio Johan Cruyff / Foto: Llibert Teixidó

Día grande en los balcones de la finca del número 15-17 de la calle Federica Montseny

Llibert Teixidó

El Spotify Camp Nou aparece en el horizonte de la economía del Barcelona como la panacea, la cueva de las maravillas y una mina de oro. Esas son las cuentas que hace la junta directiva, que lo necesita para catapultar los ingresos del club. Quizás por eso, un anillo de palcos privados no era suficiente y añadieron una segunda vuelta. Hay también 475 asientos vip en tribuna que valen 100 millones –por ese montante se han vendido– esperando a ser estrenados bajo la atenta mirada del auditor de las cuentas y de LaLiga.

Pero lo que no tenía y no tendrá el Camp Nou son balcones vip, de los que sí dispone el estadio Johan Cruyff, como Ipurua o Vallecas. Balcones con sus pisos contiguos, para ver el fútbol en pantuflas o chanclas cómodamente, sin salir de casa. Terrazas con sus respectivos comedores y televisores para repasar la repetición. Miradores de Primera con vistas al terreno de juego y con todo tipo de lujos y nevera, sin aglomeraciones y tener que hacer colas para nada.

A los 5.862 espectadores que llenaron las gradas hay que sumarles un centenar más. Los que estaban apostados en el edificio de ocho alturas, el número 15-17 de la calle Frederica Montseny.

“No es que salgan los amigos de debajo de las piedras sino que vienen los de siempre”, relatan David y Jessica

Era un día idóneo para invitar a los amigos a ver el partido. Pero no en el sofá, sino al fresco, asomado y apoyado en la barandilla. Es lo que hicieron David y Jessica. La pareja vive en el quinto “desde el inicio” y se han encontrado con la sorpresa de que Pedri, Raphinha y Lewandowski vienen a visitarles este verano. “No es que salgan amigos de debajo de las piedras, vendrán los de siempre”.

Ya se reunieron en agosto para ver el trofeo Joan Gamper. Dan suerte porque salen a goleada por noche: 5-0 al Como y 6-0 al Valencia. Aunque no todos lo celebraron, porque él es aficionado del Real Madrid y ella, del Barça.

Sí que son todos culés en el tercer piso, en casa de Yolanda. Normalmente ven los partidos de los blaugrana por la tele pero ayer no se lo perdieron ella, su hijo James y Leo. “Mi hija Valeria trabajaba”, explica. Yolanda se quedó corta pues pronosticaba un 2-1.

Igual que se alquilan miradores en Estafeta y Mercaderes en San Fermín, hubo quien quiso hacer el agosto

Pero no todos en la finca tienen la misma suerte. Los del primero y los del segundo no ven nada, igual que los de los balcones que dan al otro lado. Ellos quedaron en la azotea y disfrutaron en compañía.

Pero igual que hay equipos que construyen habitaciones de hotel de muchas estrellas en sus estadios (pasa en el Parque de los Príncipes) o con los modernos palcos vip, siempre hay quien ve una posibilidad de negocio y quisieron hacer el agosto. Como los balcones de Estafeta o Mercaderes que se alquilan en los encierros de San Fermín, los vecinos pedían una suma de dinero importante, hasta 500 euros, por dejar acceder a las cámaras.

Lo que no se paga es que cuando Cuadra Fernández decretó el final, a las 22.53 horas, no tuvieron que volver a casa. No hay nada más exclusivo.

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