Madrid
El Atlético salió derrotado de Anfield después de un partido tremendo, pura Champions. Hay futbolistas que parecen hechos para jugar en determinados escenarios. Se diría que es el caso de Marcos Llorente y Anfield. Aquí jugó el madrileño y canterano de La Fábrica el mejor partido de su carrera, el 11 de marzo del 2020, cuando con dos goles suyos y una asistencia fue el gran protagonista de eliminar al Liverpool de Jürgen Klopp, entonces el campeón de Europa, título que había ganado meses antes precisamente en el Metropolitano.
Cinco años después, aunque esta vez en partido de la fase de la Liga, Llorente estuvo cerca de reeditar la hazaña, pero se quedó con la miel en los labios. También como entonces dos goles suyos sirvieron para igualar el 2-0 inicial del equipo del Mersey. Y después del 3-2 de Van Dijk en el añadido aún puso un gran centro al área de Alisson. Apareció Sorloth, pero su cabezazo fue blandito y el Liverpool se quedó con los tres puntos.
El comienzo
Un pésimo Atlético
El Atlético había acudido a Anfield muy mermado, sin Julián Álvarez, Almada, Baena o Giménez, todos titulares. Un comienzo desastroso pareció condenarle y presagiar una paliza ante un equipo que se ha gastado este verano 520 millones de euros y que ya acabó primero esta fase de la Champions la temporada pasada.
Pocas veces la puesta en escena del Atlético ha sido peor. A los tres minutos Lenglet cometió una falta muy peligrosa al borde del área. El Atlético compraba así boletos para su desgracia. La lanzó bastante mal Salah pero Robertson, al querer apartarse, golpeó al balón de forma extraña y acabó desviando la trayectoria engañando a Oblak.
En plena pájara de la defensa colchonera, dos minutos después, Salah, tras una pared con Gravenberch, se plantó ante Oblak sorteando a Galán, Nico González y Llorente para marcar el 2-0.
La segunda parte
Los colchoneros mejoraron mucho
Al Atlético le tocaba remar en las peores condiciones. El Liverpool le bailó durante muchos minutos. El árbitro italiano pitó penalti de Galán que luego anuló el VAR y los de Simeone no solo llegaron vivos al descanso sino que en el añadido Llorente marcó con la puntera el 2-1, un gol que validó el VAR pese a que Griezmann estaba claramente tapando a Alisson muy pocos metros delante.
La segunda parte fue muy distinta. El Atlético mejoró con los cambios y jugó de poder a poder. Perdonó el tercero Salah con un remate al palo y Llorente empató en el 81 en un gran tiro que rozó en Mac Allister y acabó dentro de la portería de Alisson.
El Liverpool reaccionó enrabietado y encerró al Atlético en su área. Fueron pasando los minutos muy lentos y en el 92 un saque de esquina acabó en un cabezazo de Van Dijk que supuso el 3-2. A Simeone se lo llevaron los demonios. Protestó al árbitro a gritos algo que le habían dicho desde la grada y le acabaron sacando la roja. Ekitiké falló en una contra un gol cantado y Sorloth remató mal de cabeza y no dejó que Llorente entrara en la historia.