Ayer acababa el plazo para que todos los clubs de LaLiga entregaran el denominado estado financiero intermedio , es decir, una actualización de sus cuentas hasta el pasado 31 de diciembre. El trámite, que lo es en la mayoría de los casos, alcanza una gran importancia aplicado al FC Barcelona, ya que sus últimos movimientos para alcanzar el fair play financiero están en entredicho desde que Javier Tebas aseguró que no eran consistentes.
En concreto, están bajo la lupa los 100 millones de euros que el Barça dijo cerrar a través de la venta anticipada de 475 palcos vip del futuro Spotify Camp Nou. “LaLiga encontró que una de las sociedades involucradas tenía un capital social de solo 3.000 euros y estaba dirigida por una persona desconocida, con varios negocios de dudosa procedencia”, aseguró Tebas en una reciente entrevista. “Hemos trasladado esta información al CSD en nuestros escritos de alegaciones”, añadió.
Si no se computan como válidos los 100 millones el club volvería a una situación crítica para inscribir y fichar jugadores
Cabe recordar que la operación de esos 100 millones iba encaminada en parte a resolver la inscripción de Dani Olmo, rechazada por LaLiga por llegar fuera de plazo y actualmente admitida cautelarmente por el órgano gubernamental, que debe dar una solución definitiva al asunto antes del 7 de abril.
El problema para la directiva de Joan Laporta es que, según adelantó la Ser, la nueva auditora del club, Crowe Global, tampoco ha computado hasta el momento como válidos los 100 millones, decisión que devolvería al club a una situación crítica para inscribir y fichar jugadores: sin regla 1:1.