Si el espectador esperaba un debut liguero del Barça en Mallorca fresco y con emoción hasta el último minuto, posiblemente se decepcionó. La historia terminó en apenas 39 minutos, con los azulgrana dominando la sofocante sauna de Son Moix -35 grados insoportables que a nadie de los que mandan pareció importarle, porque ya se sabe: el espectáculo debe continuar- gracias a los goles de Raphinha y Ferran Torres ante un Mallorca con nueve jugadores tras las expulsiones de Manu Morlanes y Muriqi. Cuando todo parecía que se había acabado con el Barça perdonando ocasiones y muy sofocado, apareció el incansable Lamine Yamal que anotó el 0-3 en el último suspiro para redondear un marcador que se había quedado corto.
Tras el gol de Raphinha y el controvertido de Ferran, el árbitro expulsó justamente a Manu Morlanes y Muriqi
Y eso que el Barcelona inició la defensa del título con paciencia, fútbol y con un once muy titular. Sin Lewandowski, lesionado, fue Ferran Torres el elegido por delante del novato Marcus Rashford para ocupar la punta del ataque. Flick apostó por el polivalente Eric Garcia en el lateral derecho, dejando en el banquillo al recién renovado Koundé. Sí debutó, en cambio, Joan Garcia, algo incómodo y con molestias en su mano izquierda, aunque fue él quien inició la mayoría de las jugadas. En el centro del campo, Pedri y De Jong llevaron la batuta, mientras que Fermín apenas aportó profundidad.
Delante, el Mallorca dudaba entre mantener el balón y buscar las espaldas del equipo de Flick o encerrarse atrás. Más de una vez se perdió en su propio desorden. Sobre todo cuando Lamine Yamal recibía el balón: entonces el ritmo se aceleraba y alcanzaba sus notas más vibrantes. En una de esas diabluras, el nuevo “10” del Barça colgó un balón al segundo palo. Fue un centro suave, limpio, quirúrgico y preciso. El mensaje lo entendió un indetectable Raphinha, que apareció entre los centrales baleares y, como si fuera un delantero centro partiendo desde su banda izquierda —parte de su metamorfosis futbolística en el Barça de Flick—, cabeceó el esférico y anotó el primero desde el corazón del área pequeña.
El partido alcanzó su punto álgido futbolísticamente hablando cuando Mateu Jaume vio una primera amarilla por agarrar a Raphinha, que se iba al contragolpe tras un envío largo de Joan Garcia desde su área. Poco después, un pase muy peligroso de Darder hacia la internada de Asano obligó a intervenir a un excelso Pedri, que apareció con un recital de giros y quiebros sobre sí mismo para recuperar un balón milagroso cuando el Mallorca ya acariciaba el empate. Se sumó al recital un sólido Araújo que, siguiendo las instrucciones de Tapalovic, ataba en corto a Muriqi. No es Iñigo Martínez, pero, fiel a su estilo, puede funcionar. Eso sí, se la jugó con acciones muy atrevidas, al límite de la falta, en el tenso ambiente que empezaba a respirarse en Son Moix.
Tras el cambio de normativa arbitral, el nombre de pila de Munuera Montero -José Luis- sonará muchos días en Mallorca. Todo empezó con Raíllo, que, viendo delante a Lamine Yamal, se interpuso y recibió un balonazo en la cabeza. Se quedó un rato en el suelo -exagerado, si se tiene en cuenta que luego siguió jugando-, y Ferran Torres, por pura inercia, cazó el rebote y anotó el 0-2 desde fuera del área. También por inercia, los jugadores del Mallorca se detuvieron al ver a su compañero tendido en el césped. El gol, tan legal como confuso, encendió a Son Moix, que empezó a entonar el “fuera, fuera” contra Munuera Montero. El Barça apenas se atrevió a celebrar el tanto. ¿Debe el árbitro ejercer de médico? ¿Tienen los jugadores que detenerse aunque el colegiado no indique nada? El debate está servido para toda la semana.
Los de Flick se relajaron y Lamine Yamal contentó al entrenador con un tanto en el tramo final
El espectáculo definitivamente se terminó cuando el Mallorca se quedó con nueve jugadores en apenas cinco minutos. Primero, Morlanes se autoexpulsó: ya amonestado, no se le ocurrió otra cosa que cargar contra Lamine Yamal cuando el extremo se marchaba de tres defensores. Tres minutos después, los tacos de un rabioso Muriqi impactaron en la cara de Joan Garcia. Apenas era el minuto 39 de la primera parte.
El Barça se dejó llevar por el contexto y se relajó. A Flick no le gustó nada la actitud de su equipo y quiso agitar la competencia con Olmo –que buscó su gol– y Koundé, sustituyendo a Fermín y a Eric Garcia. También debutaron Rashford en la punta del ataque y Jofre Torrents, que reemplazó a Balde. Incluso retrasó a De Jong para darle entrada a Gavi. Con Son Moix vaciándose y en el último suspiro, Lamine Yamal contentó un poco a Flick: controló el balón, dribló y superó a Leo Román con la zurda para maquillar un marcador que se había quedado corto. En cualquier caso, el Barça se llevó sus primeros tres puntos de la temporada.
Ficha técnica
Mallorca, 0- FC Barcelona, 3
0- RCD Mallorca: Leo Román; Mateu Jaume (Omar Mascarell, m.46), Valjent, Raíllo, Mojica (Lato, m.91); Antonio Sánchez, Morlanes, Asano (Mateo Joseph, m.46), Pablo Torre (Dani Rodríguez, m.46), Darder (Jan Salas, m.83); Muriqi.
3- FC Barcelona: Joan García; Eric, Araujo, Cubarsí (Gavi, m.69), Balde (Jofre, m.68); Pedri, De Jong, Fermín (Olmo, m.46); Lamine Yamal, Ferran (Rashford, m.69), Raphinha (Koundé, m.77).
Goles: 0-1, m.7, Raphinha; 0-2, m.23, Ferran; 0-3, m.94, Lamine Yamal.
Árbitro: José Luis Munuera (Comité andaluz). Expulsó con tarjeta roja directa a Vedat Muriqi por juego peligroso (m.39) y por doble amonestación a Manu Morlanes (m.33). Amonestó con tarjeta amarilla a los jugadores locales Mateu Jaume (m.9), Pablo Torre (m.42) y al técnico Jagoba Arrasate (m.25) y al futbolista visitante Raphinha (m.52).
Incidencias: Encuentro correspondiente a la jornada 1 de LaLiga EA Sports disputado en el Estadio Mallorca Son Moix ante 23.318 espectadores.