El Espanyol sigue navegando a toda velocidad por la temporada más ilusionante de los últimos años. Aprovechando el parón de selecciones, el primer equipo disputó esta mañana un partido amistoso en la Ciudad Deportiva de Sant Adrià ante el Pau, un equipo de la segunda división francesa donde juega cedido el perico Omar Sadik. Buen momento para rodar a los jugadores que menos han jugado en estas tres jornadas y conocer a algunos de los fichajes, como el central alemán Clemens Riedel.
No era una prueba exigente, pero los blanquiazules dominaron el encuentro por completo, salvo algún tramo en el que apareció Ángel Fortuño para aliviar el peligro (3-1). El primer gol llegó en una jugada de mala suerte para los visitantes. Un remate de Miguel Rubio lo intentó despejar el meta francés, pero el rebote tocó en Bobichon y se coló en la portería. Instantes antes, Antoniu Roca era sustituido por problemas físicos. No era el día para forzar a nadie.
Salió Dolan, quien de nuevo volvió a evidenciar su desequilibrio y, en esta ocasión, su entendimiento con Roberto Fernández. Las pequeñas sociedades se van creando minuto a minuto. Ambos remataron al palo, pero en la segunda conexión, el de Mánchester cazó el despeje del meta para anotar el 2-0.
Ya en la segunda mitad, recortó distancia Dong después de transformar un penalti que Rubio cometió sobre Versini. Pero, apenas ocho minutos después, Kike García aprovechó un balón largo de Terrats y un error del meta Paradowski para marcar a portería vacía y sentenciar el encuentro.
Ante 900 espectadores, Manolo González hizo jugar a Fortuño; Rubén Sánchez, Miguel Rubio, Riedel, José Salinas; Urko, Pol Lozano; Jofre, Ramon Terrats, Antoniu Roca y Roberto Fernández. Y, posteriormente, Dolan, Kike García, Carlos Romero, Pere Milla, Pol Tristán, Calero y Puado.