El grupo Barceló cerró el año pasado con un beneficio récord por encima de 300 millones de euros, un 55% más y un ebitda de 500 millones de euros, un 25%. El grueso de su facturación provino de su división hotelera homónima, que ingresó 3.200 millones de euros, un 10% más según ha detallado hoy el consejero delegado de esta división para Europa, Oriente Medio y África, Raúl González, en una rueda de prensa.
“Hemos crecido un poco menos de lo esperado y el objetivo para este año es crecer más”, aseguró González, que tiene “una visión muy optimista” para el año en curso. La filial de hoteles firmó 11 establecimientos en ocho países el año pasado, por debajo de su objetivo de 20 nuevos hoteles.
“El ciclo tan alto que vive el turismo nos ralentiza el crecimiento”, explicó el consejero. Aunque pueda parecer un contrasentido, González detalló que en estos periodos, “se pagan precios demasiado altos por determinadas propiedades y hay límites que no queremos cruzar”, máxime cuando su compañía goza ahora de una caja en positivo y deuda cero.
Para este año, “el objetivo está en hacer entre 25 y 30 hoteles, uno cada dos semanas”, señala el directivo. Para poder cubrir esta meta, la enseña está apostando por ciudades secundarias en España, como Pamplona o Valladolid, y destinos menos demandados como Marruecos. “En principio, vamos a hacer más aperturas en lugares donde ya tengamos presencia aunque no dejamos de analizar oportunidades”, afirmó.
Barceló Hoteles estima invertir este año alrededor de 500 millones de euros, 100 millones más que el año pasado, entre reformas y nuevas adquisiciones. Estos nuevos emplazamientos se llevarán el 70% del presupuesto.
Para González, llegar a una marca de 100 millones de turistas en 2025 y superar a Francia como primer destino turístico no es algo malo, al contrario, “me parece un hito para el país, pero lo podemos superar holgadamente”. El reto, para el consejero, está en “cómo se gestione”. El directivo cree que hay que “ordenar y regular la oferta extrahotelera” y buscar destinos y experiencias “alternativas a los flujos habituales” para evitar la masificación y fomentar la desestacionalización. Cree que los precios de las habitaciones de hotel en España seguirán creciendo pero de manera más moderada, “en el entorno del 6%”.