Cuando pensamos en el trabajo de un notario, podemos llegar a creer que es aburrido, de mucho papeleo y con un tipo de faena bastante monótona. Nada más lejos de la realidad, lo cierto es que, entre escrituras, testamentos y otros quehaceres, surgen historias tan insólitas que parecen sacadas de alguna película de ficción o, en ocasiones, incluso de humor.
Para descubrir todo este tipo de anécdotas surrealistas, hemos conversado con Luis Alberto Álvarez Moreno, notario de Barcelona en JLA Notarios. El notario asegura que una de las que más le sorprendió fue cuando un cliente les avisó para levantar acta de un piso que tenía de alquiler y, al llegar, aunque el mobiliario estaba perfecto, les habían dejado dos sorpresas:
“Había miles de piezas de lego repartidas por todo el piso: desde un parque de atracciones de Lego hasta un tío vivo, era una colección impresionante que estaba distribuida por todas las habitaciones y los muebles de la casa. Ahora bien, la segunda sorpresa era más desagradable y es que habían dejado esparcidas por toda la casa también decenas de bolsas de basura que habían subido desde el contenedor de la calle”.
“Fuimos a levantar acta de un piso y nos encontramos miles de piezas de lego y decenas de bolsas de basura”
Luis Alberto explica que el propietario no daba crédito a la situación que le había tocado vivir y que, aun a día de hoy, sigue sin entender por qué sus antiguos inquilinos decidieron crear esa dantesca escena: “Imagina lo que había ahí: heces de perro, comida… Además, era el típico piso grande, precioso, muy de Barcelona, y era una pena verlo así”.

La casa estaba llena de piezas de Lego
El notario asegura que algo que también es común es que mucha gente, durante las firmas, quiera utilizar un lenguaje muy técnico con palabras que trae aprendidas de casa después de haber leído algún libro o buscado por internet, aunque no sepan siquiera lo que significan.
Entonces, en una de estas, Luis Alberto asegura que, un día, fueron dos señores a la notaría que querían otorgar un testamento y utilizaban palabras muy técnicas de las que no conocían su significado. “Tal fue la confusión que tardamos cerca de 20 horas en interpretar cuál era su voluntad. Cuando les explicábamos lo que significaban las palabras técnicas que traían aprendidas, veían que no era lo que querían, pero luego, al no verlas escritas, tampoco estaban de acuerdo”, explica.
“Muchas veces pasa que la persona deja para el final el testamento y, cuando llegamos para firmar, ya es demasiado tarde”
Aunque dejar el testamento hecho a tiempo es algo que todos deberíamos plantearnos, lo cierto es que lo más habitual es que la gente no lo haga y por ello se dan muchas situaciones surrealistas. “Es muy típico que la gente deje el testamento para el final, y por eso, muchas veces, nos llaman y cuando llegamos la persona acaba de fallecer”.

Luis Alberto siempre recomienda dejar el testamento hecho antes de que sea demasiado tarde
Luis Alberto siempre recomienda evitar estas situaciones y por eso asegura que es ideal dejar el testamento hecho a tiempo, ya que, si no, suelen generarse fricciones entre las familias que, en ocasiones, pueden acabar siendo irreversibles.
“Una persona se cortó el dedo del pie con un hacha y vino a firmar con una bolsa puesta”
Aunque las anécdotas mencionadas anteriormente son bastante surrealistas, Luis Alberto asegura que la más inverosímil que ha vivido fue cuando, tras llevar durante varias semanas trabajando en un documento, les avisaron que la persona no podría presentarse y que había de posponerse la fecha.
Contra todo pronóstico, finalmente apareció cojeando, con una bolsa en el pie y algo de sangre. “Se había cortado el dedo del pie trabajando con un hacha, pero tenía tanta necesidad de dejar hecho el trámite que vino a firmar antes de irse a urgencias. Fue la situación más surrealista que he vivido en mi vida”, asegura el notario.
“Se presentaron a reclamar el mismo día el testamento la mujer y la amante, sin saberlo y sin conocerse”
Por último, Luis Alberto explica que otra de las situaciones que más le sorprendió fue cuando, tras fallecer un hombre que no había dejado testamento hecho, se presentaron a reclamar el mismo día el testamento la mujer y la amante, sin saberlo y sin conocerse.

En las notarías se viven situaciones verdaderamente surrealistas
“Lo curioso de la situación es que llegaron el mismo día y a la vez, y que ambas estaban sentadas en la misma sala sin saber que venían a reclamar el testamento del mismo hombre. Obviamente, no llegaron a enterarse de la situación”, recuerda el notario.