Ser emprendedor implica estar pendiente de muchas cosas; entre ellas, las temidas cartas de Hacienda. Y es inevitable que cada uno de estos sobres genere cierta ansiedad, especialmente para los autónomos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, lejos de lo que pueda parecer, no todas las misivas suponen una sanción económica y conviene distinguirlas para proceder de la manera adecuada, en tiempo y forma.
Solo así será posible mantener la actividad sin sobresaltos. En palabras del inversor inmobiliario Pau Antó, “emprender también es esto: perderle el miedo al sobre con el logo de la Agencia Tributaria”. Así lo afirma en su perfil de LinkedIn, donde expresa una de las inquietudes más importantes para las personas que se aventuran a crear un nuevo negocio. Y no son pocas: en enero de 2025, había en España más de 3 millones de trabajadores autónomos afiliados a la Seguridad Social; y, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de sociedades mercantiles creadas en junio aumentó un 15% con respecto al mismo período del año anterior.
Una preocupación constante de autónomos y emprendedores
Las cartas de la Agencia Tributaria

Muchos autónomos y empresarios experimentan ansiedad al recibir las cartas de Hacienda
“Recibo cuatro cartas al mes de Hacienda”, comenta Pau Antó en la misma publicación. “Al principio, cada vez que llegaba una notificación sentía un nudo en el estómago. Aunque lo tuviera todo en regla, el miedo estaba ahí, como una sombra heredera del sistema”. El inversor inmobiliario le da voz así a una realidad latente, que desencadena en un malestar colectivo, aunque silencioso: “¿Será una inspección? ¿Me habré equivocado en algo? ¿Me meterán en líos?”.
No es de extrañar que se ocasionen entonces problemas de ansiedad, ya que se trata de “una reacción psicoemocional ante la percepción de una amenaza, ya sea real o no”, explica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). De hecho, “la ansiedad anticipatoria surge ante situaciones temidas que no tienen por qué llegar a suceder”, como podría ser un hipotético problema con las administraciones públicas, especialmente, en un escenario donde cada euro cuenta.
Uno de los principales problemas
Comprender las diferentes cartas de Hacienda

Una gran cantidad de trabajadores por cuenta propia asegura no entender bien las cartas de Hacienda
“La presión es real”, afirma el inversor inmobiliario. “Te bombardean con avisos, requerimientos y recordatorios. Nadie te prepara para esa sensación de estar haciendo algo mal, incluso cuando cumples hasta la última coma”. En este sentido, uno de los problemas más acuciantes es la falta de educación financiera y, no solo eso, sino también el desconocimiento sobre los procedimientos de la Agencia Tributaria.
De acuerdo con la gestoría cacereña Klips Asesores, “dos de cada tres autónomos aseguran no entender las notificaciones de Hacienda por su lenguaje”. Además, una reciente encuesta realizada por Declarando, asesoría fiscal online, revela que “el 68% de los trabajadores por cuenta propia asegura que este problema les genera ansiedad y estrés”. Sobre este escenario, es difícil templar los ánimos para sortear las temidas cartas.
Sin embargo, Pau Antó explica el momento en el que su percepción cambió: “Un día, hablando con Jose, amigo y cliente, me soltó una frase que me cambió el chip: “No es para asustarte. Solo quieren algo. Vamos a ver qué piden”. Precisamente ahí está la clave. Independientemente del temor generalizado, lo cierto es que muchas de estas notificaciones son de carácter informativo. Es decir, la entidad avisa sobre cambios normativos o envía un recordatorio de plazos.
También es posible que llegue una carta con el fin de requerir documentación personal del contribuyente, sencillamente por cuestiones burocráticas. Aunque puede haber algunas más delicadas, relativas a liquidaciones provisionales, providencias de apremio o diligencias de embargo, es fundamental identificar la naturaleza del aviso, revisar los plazos y actuar con precisión para evitar posibles recargos, intereses o sanciones.