La movilidad eléctrica empuja a la reconversión de un sector de peso en la economía española, propicia nuevos modelos de negocios, con opciones como el carsharing, las suscripciones flexibles o la carga inteligente y ultrarrápida, e impacta en el propio mercado laboral, abriendo un amplio abanico de oportunidades para el empleo. El estudio Análisis de la industria de movilidad eléctrica en España 2024, elaborado por Worldwide Recruitment Energy (WRE), estima que, de los 550.000 puestos de trabajo que podría generar la transición energética en España para 2030, más de 200.000 corresponderán al sector de la movilidad.
Un estudio cifra en más de 200.000 los empleos que se crearán de aquí a 2030.
Encuentros Guyana Guardian, en colaboración con Acciona, reunió a un grupo de expertos para reflexionar sobre cómo esta transición está redefiniendo los perfiles profesionales, qué competencias serán las más demandadas y de qué manera empresas, administraciones públicas y centros educativos deben colaborar para formar a los profesionales del futuro. En la mesa redonda, a la que asistieron como público alumnos del centro de estudios Monlau, participaron Josep Mariné, director de Operaciones de Silence, fabricante de vehículos eléctricos, que también ofrece soluciones de movilidad compartida, participada por el grupo Acciona; David Gallegos, director del Campus FPCAT-UPC de la Movilidad Sostenible; Ferran Menescal, responsable en Catalunya de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE), y Vittorio Migliorini, socio del Área de Movilidad Eléctrica de Worldwide Recruitment Energy.
Tras unos años, los de la pospandemia, de crecimiento y contratación, el sector registró un cierto estancamiento, pero esta etapa está llegando a su fin. Ahora, explicó Migliorini, se observa mucha confianza. “El 72% de las empresas tiene voluntad de ampliar el equipo”, argumentó, para añadir que las oportunidades se dan en toda la extensa cadena de valor, desde la investigación y desarrollo hasta el montaje, pasando por la fabricación y reciclaje de baterías, la instalación de puntos de recarga, los talleres de reparación especializados y la gestión de servicios de movilidad compartida.
El 72% de las empresas tiene voluntad de ampliar el equipo. Las oportunidades se dan en toda la cadena de valor.”
En un sector tan transversal, que ocupa desde un taller local hasta una empresa fabricante de automóviles, los perfiles que se requieren son de toda índole. Se sigue necesitando al mecánico, eso sí, con más conocimientos de electrónica y que deberá incrementar su formación hacia conceptos más complejos, pero, igualmente, se requieren especialistas con conocimientos en alta tensión o en el diseño, montaje y mantenimiento de baterías, por poner dos ejemplos. Formar a los nuevos profesionales y reciclar a la fuerza laboral existente es “un reto complejo”, admitió Gallegos. “Y desafiante”, agregó Menescal, tras advertir: “El vehículo eléctrico exige un reciclaje continuo. Empresas y trabajadores tienen que estar a la última”. Es una tecnología que ha venido para quedarse y, por tanto, hay que dominarla.
El vehículo eléctrico exige un reciclaje continuo. Empresas y trabajadores tienen que estar a la última.”
La necesidad de talento se registra en toda la extensa cadena de valor.
El director de Operaciones de Silence certificó tanto las oportunidades en toda la cadena de valor como la falta de profesionales que se registra en estos momentos, no tanto en titulaciones superiores, sino en FP. “Tenemos ingenieros capaces de manejar el software o el hardware del coche o la moto, pero nos falta el mecánico que repare el robot que está trabajando en la línea de montaje”, apuntó Mariné, quien también subrayó que Silence tiene la particularidad de que sus vehículos cuentan con baterías extraíbles que se pueden cargar en un enchufe convencional o intercambiarse en estaciones de carga específica, ubicadas en puntos estratégicos, como parkings, gasolineras o concesionarios. Y esta nueva línea genera otro perfil profesional, un perfil electrónico, pero con conocimientos de IT. Al hilo de esta explicación, Mariné sostuvo, secundado por el resto de los ponentes, que “la movilidad eléctrica no ha venido a sustituir ni destruir empleos. Es una oportunidad espectacular para generar nuevas ocupaciones”. Más que destrucción, es reconversión, terció Migliorini.
La movilidad eléctrica no ha venido a sustituir empleos. Es una oportunidad para generar nuevas ocupaciones.”
En este contexto, la formación se erige en pilar fundamental para no perder la carrera frente a la competencia asiática. Esta formación existe y, además, en la mayoría de los casos, está subvencionada. Por una parte, relató Gallegos, existen las píldoras formativas o microcredenciales, con un esquema apilable y elegible, casi una formación a la carta, de forma que los profesionales en activo pueden elegir itinerario para reciclarse en temas específicos en cortos periodos. Por otra, y habida cuenta de que a veces no se necesita una ingeniería, pero una FP se queda corta, se han lanzado diferentes opciones formativas intermedias que son, dijo, “una buena manera de reciclarse para gente con cierta experiencia y un buen complemento para los jóvenes que acaban la FP”. Son cursos de especialización de 600 horas curriculares que se imparten, por ejemplo, en el Campus FPCAT-UPC de la Movilidad Sostenible, ubicado en Martorell. También los docentes, prosiguió Gallegos, deben reciclarse. Profesores que no solo deben tener experiencia docente, sino también mucha experiencia industrial.
Actualmente existen diferentes opciones formativas intermedias que representan una muy buena opción para reciclarse.”
Un ejemplo de éxito de reciclaje profesional es la incorporación a Silence de un centenar de trabajadores de la antigua planta de Nissan en Zona Franca. “Si antes eran expertos en coches de combustión, ahora están trabajando en la micromovilidad eléctrica”, afirmó con orgullo. Una operación que, además de beneficiar a esas cien familias, ha permitido dar una segunda vida a la antigua instalación de Nissan, ahora con la fabricación de un producto “cien por cien hecho en Catalunya”.
Silence recicló a más de un centenar de trabajadores de la antigua Nissan.
Las empresas, aseguró Mariné, deben comprometerse con esa formación, ya que de lo contrario serán los competidores los que acaben ganando la partida. Y pese a la importancia que tiene esa permanente puesta al día, Migliorini apuntó que, según el estudio, solo un 60% de los encuestados obtiene formación por parte de la empresa. “No es un número bajo, pero se puede mejorar”, destacó el socio del Área de Movilidad Eléctrica de WRE.
En vista de lo que vendrá, es momento para formar el talento. “Existe, está aquí, tenemos que seguir apostando por él y cuidarlo”, aseveró Menescal, quien subrayó que no solo las empresas españolas necesitan a estos profesionales, sino que compañías extranjeras que aterrizan en el mercado español deben configurar sus equipos. “Buscan talento español con salario europeo”, enfatizó.
LA DEMANDA. Los instaladores son actualmente los perfiles más buscados y difíciles de encontrar. También se pronostica que va a haber mucha demanda en ingeniería eléctrica y desarrollo de software
Para hacer frente a China, el gran competidor en vehículo eléctrico, hay que ser “rápidos, innovadores y eficientes” como ellos, afirmó el directivo de Silence, quien de cada viaje al país asiático se trae una dosis extra de motivación para avanzar. En este punto, el representante de AEDIVE abundó en que está entrando mucha tecnología asiática, a buen precio y bien fabricada, por lo que Europa tiene que ponerse las pilas no solo para alcanzar el nivel de esos países que nos llevan años de ventaja, sino para mejorarlo y lograr que la cadena de valor pueda seguir en el continente.
