Pese a los estragos por una sequía nunca vista, Recaredo espera cerrar el año de su centenario creciendo hasta los 5,8 millones de euros, una cifra récord que supone un 5,4% más que en el ejercicio anterior. Desde el 2021, cuando se inició el ciclo de sequía extrema, han incrementado sus ventas en 700.000 euros. Ya exportan un 25% de sus 250.000 botellas de espumosos Corpinnat y sus 200.000 botellas de vino amparado por la DO Penedès bajo la marca Can Credo.
En los dos últimos años han incrementado un 10% sus exportaciones. Canadá, Estados Unidos y Alemania son sus principales mercados internacionales. Su esfuerzo inversor en los últimos tres años ha sido muy destacado. Su nueva bodega en el centro urbano de Sant Sadurní d’Anoia ha costado 2,5 millones.
La sequía ha afectado a entre el 15% y el 20% de las vides durante los últimos tres años
Queda pendiente una nueva inversión de 1,5 millones, que esperan completar en dos o tres años, para construir una nueva sala de embotellado, etiquetaje y expedición con una nueva prensa con capacidad para 50 hectolitros. Y para la próxima década también han anunciado una inversión de 500.000 euros para renovar el 30% de sus 100 hectáreas de viñedos propios. Durante los últimos tres años han visto morir por la falta de lluvia entre un 15% y un 20% de sus vides.
Entre sus proyectos más inmediatos destaca L’Infinit, una nueva gama de espumosos que se estrenará en el 2025. En el primer año esperan vender 50.000 botellas de un producto que se estrenó con motivo de la Copa del América. Es una gama que el consejero delegado de la bodega, Ton Mata, califica como “más innovadora y desenfadada”.
1,5 millones de inversión en dos o tres años
En ella trabajan con crianzas más cortas que en Recaredo, con variedades de uva que hasta ahora no habían utilizado. Con esta nueva gama, que incluirá más adelante un rosado y que podría abrirse a los espumosos elaborados bajo el método ancestral, y con el crecimiento exponencial de sus vinos Celler Credo, esperan evitar tener que crecer más allá de las 250.000 actuales en Recaredo.
Ton Mata asegura que no hay otra bodega en el mundo con uvas 100% propias ecológicas y biodinámicas, con levaduras propias para las fermentaciones y mostos para las segundas fermentaciones en botella, con crianza con tapón de corcho natural y con una media superior a los 40 meses de envejecimiento.
La bodega familiar, que preside Josep Mata Casanovas y cuyo consejo de administración también cuenta con su hijo Josep y su sobrino Ton, ha implementado en los últimos años una nueva organización no piramidal, por equipos, en la que los 45 trabajadores (seis de ellos, enólogos) “opinan y deciden”. Además, se reparte un 15% de los beneficios entre la plantilla. Ton Mata reconoce que “la voluntad de no ser tan jerárquicos nos supone un gran esfuerzo”.