Las exportaciones españolas se consolidaron el año pasado como uno de los grandes vectores económicos del país, en previsión de nuevos desafíos tras los recientes anuncios de aranceles por parte de la Administración Trump. Por lo pronto, las ventas en el exterior siguen en niveles récord y ampliando su diversificación geográfica para compensar el menor crecimiento en la UE.
Según los datos difundidos hoy por el Ministerio de Economía, las exportaciones alcanzaron el año pasado los 384.464 millones de euros, un 0,2% más que en el ejercicio anterior y la segunda cifra más elevada registrada hasta la fecha, solo por detrás del récord de 387.599 en el 2022.
Las ventas en el exterior son solo una parte de la posición comercial de España en el mundo, que sigue siendo deficitaria pese al auge exportador. El país realizó importaciones por 424.740 millones, un 0,1% más, con lo que el saldo fue negativo por 40.275, algo menos que los 40.560 del año anterior. Eso sí, si se elimina la factura energética, el resultado es mucho más equilibrado y el déficit comercial queda en 9.833 millones de euros.
Las exportaciones extracomunitarias rozan el 42%
Una de las sorpresas del año recién concluido ha sido el fuerte aumento de las ventas en regiones como Asia, África o Latinoamérica, con un peso tradicionalmente inferior a la UE, donde se encuentran los grandes socios comerciales.
Las exportaciones dirigidas a destinos extracomunitarios aglutinaron el 41,9% del total en diciembre del año pasado, con incrementos interanuales del 12%. Tras el Brexit, las ventas al Reino Unido han repuntado con fuerza, hasta situarse en máximos históricos. Marruecos, Turquía, Suiza, México o Japón también registran las cifras más altas hasta la fecha.
Sin embargo, las ventas a Estados Unidos, el país que está poniendo en tensión el comercio global, retrocedieron un 3,8% el año pasado, hasta situarse en 18.179 millones de euros. Equivalen ahora al 4,7% del total, de modo que la exposición a los aranceles de Trump parece relativamente reducida. Sin embargo, los expertos avisan de los efectos indirectos, ya que España exporta muchas semifacturas a la UE para convertirse en bienes que acaban exportándose a Estados Unidos.
Las importaciones de bienes y servicios estadounidenses se reducen en cambio algo menos, un 0,3%, y se sitúan en 28.192 millones. España tiene un déficit comercial de 10.013 millones con Estados Unidos, frente a 9.363 millones un año antes. A priori, una guerra arancelaria perjudicaría al segundo.
Catalunya sigue exportando más de 100.000 millones al año
Catalunya se consolida además como gran potencia exportadora española. El año pasado realizó ventas en el exterior por 100.132 millones de euros, un 0,5% menos que en el ejercicio anterior. Es con diferencia la comunidad autónoma con más proyección, con un peso equivalente al 26% del total. Madrid, con unos 48.000 millones, ocupa la segunda posición, a mucha distancia.
En la relación con los socios de la UE, las exportaciones españolas a Alemania descendieron un 1,2% y a Francia, un 3,9%. Con Italia hubo un incremento del 0,9%, algo inferior a los crecimientos a doble dígito en las dirigidas a Eslovaquia, Irlanda o Rumanía.
La alimentación logran un superávit récord
El sector de la alimentación alcanzó máximos históricos en 2024, con un superávit de más de 18.044 millones de euros. Además, la base de empresas exportadoras aumentó el año pasado en más de 1.000, hasta casi 46.000 exportadores regulares.
Para el Ministerio de Economía, “estos datos muestran la robustez del sector exterior español frente a un contexto internacional complejo y la apertura de la economía española como palancas clave para seguir creciendo y generando empleo”.