Choque de trenes en la patronal

Empresas

El enfrentamiento entre la candidata de Garamendi y Cuerva para presidir Cepyme tensa a los empresarios

MADRID, SPAIN - MARCH 20: The president of Cepyme, Gerardo Cuerva (left), and the president of the CEOE, Antonio Garamendi (right), during the general assembly of the National Construction Confederation (CNC), at the headquarters of the CEOE, on 20 March, 2025 in Madrid, Spain. (Photo By Carlos Lujan/Europa Press via Getty Images)

Gerardo Cuerva y Antonio Garamendi

Europa Press News / Getty

Lo que se preveía una más o menos anodina elección del responsable de Cepyme ha derivado en poco tiempo en una guerra interna en la patronal española, con dos bandos bien definidos, acusaciones públicas, enfrentamientos en los órganos de gobierno, exhibición cruzada de informes jurídicos, denuncias de conflictos de intereses y un mal ambiente que preocupa a muchos empresarios.

Así están las cosas en la patronal cuando aún falta un mes para las elecciones a la presidencia de Cepyme, el 20 de mayo, y además, en un momento complejo, en que estas dos patronales tienen que hacer frente a uno de sus temores más profundos, el protagonismo al alza de Pimec y Conpymes.

Lee también

Trabajo fuerza a CEOE y Cepyme a negociar con Pimec su presencia en la comisión de convenios

Jaume Masdeu
Antoni Cañete presidente de Pimec destacó que la energía barata y la reindustrialización son estrategias prioritarias para Catalunya

Ahora mismo, la sensación reinante es que Garamendi apostó fuerte y de momento no le ha salido nada bien, con lo que ahora se juega mucho más en esta partida. “Se ha convertido en un plebiscito para Garamendi”, indican algunos empresarios, que apuntan a un escenario complejo para el actual presidente de la CEOE si su candidata, Ángela de Miguel, no se impone. De rebote, saldría debilitado para el presente inmediato y para las elecciones en la CEOE del próximo año, unos comicios en los que preparó el terreno para volver a presentarse cuando eliminó la limitación de los dos mandatos.

La primera crisis estalló en enero cuando salió a la luz la maniobra de Garamendi para colocar a una persona de confianza al frente de Cepyme. Algo se había roto entre Garamendi y el actual presidente, Gerardo Cuerva. Las divergencias venían de lejos, pero sorprendió la contundencia de Garamendi, que no tuvo empacho en un cara a cara con Cuerva, en pedirle abiertamente que no se presentara a la reelección. Oferta rechazada de plano por Cuerva e inicio del choque de trenes.

La jugada “se ha convertido en un plebiscito para Garamendi”, afirman algunos empresarios

Un episodio sonado se vivió en las agitadas reuniones del comité ejecutivo y la junta directiva de Cepyme el 18 de febrero, en las que Cuerva impuso, aunque con dificultades, un nuevo sistema de votación en el que se eliminaba el voto por delegación en las elecciones a presidente. El argumento era que “ha habido muchas presiones” para forzar el voto a muchas delegaciones y que fijar un voto presencial las evitaría.

Cuerva ganaba una primera batalla, pero fue una victoria solo provisional. Pronto se truncó. Solo unos días más tarde, y después de que los dos bandos exhibieran informes jurídicos a favor y en contra de la modificación del régimen interno, el 7 de marzo, Cuerva rectificaba y suspendía estos cambios. Una corrección que presentaba como muestra de buena voluntad y para que “no pueda interpretarse como una decisión adoptada en beneficio propio”.

Pero la guerra continuó. El siguiente capítulo lo escribieron una serie de denuncias tanto a la candidata que apoya Garamendi, Ángela de Miguel, presidenta de la CEOE de Valladolid, como a figuras de su confianza como el presidente de ATA, Lorenzo Amor.

Volviendo un poco atrás, es ilustrativo el desarrollo de la junta de la CEOE del 19 de febrero, al día siguiente del cambio de normativa de voto en Cepyme. En esa reunión, chocaron abiertamente Gerardo Cuerva y Miguel Garrido, el presidente de la patronal madrileña (CEIM). Los dos vicepresidentes de la CEOE, sentados junto a Garamendi, se interpelaron. Rifirrafe que interrumpió Garamendi, afirmando que no iba a dejar que aquello se convirtiera en un “gallinero” y deslizando una puya a Cuerva. Le indicó que si quería juego limpio, que desconvocara una reunión con periodistas prevista tras el encuentro. Garamendi demostró un conocimiento anticipado de la agenda de su rival.

Cuerva modificó el sistema de votación y tuvo que rectificar, pero sigue buscando votos para ser reelegido

Lo cierto es que la pugna Garamendi-Cuerva se puede leer en varios planos y uno es el político. Está el terreno del enfrentamiento personal (Cuerva desmarcándose de la reforma laboral que aprobó Garamendi es algo difícil de perdonar para el presidente de la CEOE). Un segundo espacio es el interno, el control de la organización, con Garamendi nada satisfecho con el protagonismo que a veces ha buscado Cuerva (como el manifiesto de la Cepyme contra el Gobierno en julio). El tercer terreno de juego es el político, con un Cuerva al que se le sitúa en posiciones más duras con ataques frontales al Gobierno (al que acusó de mantener “tesis comunistas”), en línea con Ayuso, frente a un Garamendi más moderado.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...