El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado este martes que “faltan, probablemente, un par de días” para enviar a la Unión Europea una carta en la que revelará la nueva tasa arancelaria sobre sus exportaciones a Estados Unidos. Durante casi dos horas de declaraciones ante los medios tras su reunión de gabinete en la Casa Blanca, el mandatario ha señalado que, en sus conversaciones con el bloque comunitario, “nos están tratando amablemente, después de años siendo terribles con nosotros”, pero no hará ninguna excepción.
Trump confirmó ayer que iba a aplazar hasta el 1 de agosto la entrada en vigor de los llamados “aranceles recíprocos” a todos los países del mundo, ampliando tres semanas más la tregua comercial de 90 días que declaró hace tres meses. Hoy ha confirmado esta fecha, en una publicación en su plataforma, Truth Social, simultánea a la reunión, y desde la Casa Blanca ha mentido deliberadamente al decir que la fecha límite “siempre ha sido el 1 de agosto, no ha habido ningún cambio, quizás una clarificación”.
El presidente publicó ayer un total de 14 cartas dirigidas a los mandatarios de distintos países, incluidos Japón y Corea del Sur, con sus nuevos aranceles. Hoy ha asegurado que estas misivas, idénticas en su redacción y en las que solo cambia el remitente y el tipo arancelario que se aplicará a casa país, seguirán llegando en las próximas semanas para el resto de mandatarios del mundo.
Concretamente, el mandatario anunció ayer un arancel del 25% a todas las importaciones tanto de Japón como de Corea del Sur. Después, a lo largo de la jornada, desgranó una lista de estados afectados donde figuraban Kazajistán, Malasia y Túnez (25%); Sudáfrica y Bosnia-Herzegovina (30%); Indonesia (32%); Serbia y Bangladesh (35%); Tailandia y Camboya (36%), y Myanmar y Laos (40%). En los próximos dos días, le llegará el turno a la UE.
“Solo quiero que sepan que una carta significa un trato. Tenemos 200 países. No podemos reunirnos con 200 países”, ha asegurado Trump, abandonando la aproximación que su Gobierno había tenido hasta el momento, de negociar individualmente tratados comerciales con cada uno. En los tres meses que han pasado desde que Trump anunció sus “aranceles recíprocos”, en lo que bautizó como el “Día de la Liberación”, la Casa Blanca ha defendido la aproximación de “90 acuerdos en 90 días”, pero tan solo ha podido anunciar dos tratados comerciales, con Reino Unido y Vietnam.
Trump plantea nuevos gravámenes del 200% a las farmacéuticas y del 50% sobre las importaciones de cobre
La tregua comercial no incluye algunos sectores, como el acero y el aluminio, así como los automóviles, que siguen enfrentando aranceles del 50% y del 25%, respectivamente, hecho que perjudica especialmente a la industria alemana. A estos gravámenes sectoriales, Trump ha planteado hoy añadir nuevas tasas “del 200%” sobre los productos farmacéuticos y “del 50%” sobre el cobre, alegando motivos de seguridad nacional.
En paralelo, el presidente de EE.UU. aseguró recientemente que los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y otros países a los que considere que “promueven el antiamericanismo” recibirán próximamente un recargo del 10% sobre los aranceles anunciados. Cabe recordar que el pasado mes de enero y en un error que no reconoció Trump incluyó a España entre los BRICS.
La secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, presente en la reunión de gabinete, ha confirmado también que prohibirá la venta de tierras agrícolas a compradores chinos y de aquellos países que su Administración considere “enemigos” de EE.UU.
Trump ha advertido a todos los países afectados por los aranceles que, en caso de que impongan medidas de represalia, enfrentarán una respuesta igual, en la que sumará la cifra que adopten a la cantidad ya anunciada por EE.UU. El presidente justifica su guerra comercial asegurando que los déficits son “insostenibles” y suponen “graves amenazas” para la seguridad nacional y la economía doméstica.
Además, ha emplazado al mundo a abrir sus mercados y a eliminar las “barreras arancelarias, no arancelarias, regulatorias y comerciales” para, “quizás”, ajustar las tasas correspondientes. Trump considera que impuestos como el IVA son una barrera comercial, por lo que la tendrá en consideración para aplicar los nuevos aranceles a la Unión Europea.