Viajando

La información va creciendo. Es posible encontrar información sobre clientes, proveedores o distribuidores de cualquier país del mundo. Puede ser que nuestra empresa inspirase a alguna a copiar a uno de nuestros proveedores para hacernos una buena oferta y hacerse con nuestra empresa como cliente. Naturalmente muchas empresas tienen regulaciones, patentes por ejemplo, que protegen sus productos de ser copiados. Pero las copias pueden tener diferencias que incluso serían patentables.

Cuando una empresa descubre que otra competidora ha sacado un producto muy estándar en el sector, enseguida busca la forma de hacerse con unas cuantas unidades de ese producto para analizar las diferencias entre ese producto y los que esta empresa competidora fabrica.

¿Qué pasará en EE.UU. cuando China se convierta algún día en la primera economía?

Muchas empresas desean mantener a sus proveedores porque además de estar satisfechos con su capacidad de rediseñar, lo están con sus costes, su velocidad de servicio, su capacidad de introducir pequeñas modificaciones en los productos y la buena relación para estudiar la evolución de aquello que producen y venden. También estudian conjuntamente qué cambios puede haber en sus productos y cómo prepararse para seguir liderando con la adopción de cambios.

Muchos están viajando este verano y en bastantes casos van a países interesantes que son nuevos para ellos. Una buena experiencia puede ser visitar un centro comercial y allí un supermercado. Será muy parecido a los que tenemos aquí y estarán allí marcas que también están aquí. El mundo avanza hacia un notable parecido en todo, supermercados, restaurantes, hoteles, los coches o muchas de las oficinas bancarias. Por supuesto si vas a zonas en África, en muchos países los cambios hacia una mejora producen un avance rápido del país.

A muchos les hacía ilusión ir a Estados Unidos en estas vacaciones, a ciudades como Nueva York, Miami o Los Angeles. Pero la inseguridad que ha introducido Trump a los extranjeros han llevado a muchos a cambiar su destino de viaje. Nadie quiere jugarse llegar a Estados Unidos y que, al pasar el control del pasaporte en el aeropuerto, le digan: “usted no puede entrar en Estados Unidos, espere aquí en el aeropuerto y cambie la fecha de regreso en el vuelo de vuelta que tiene reservado”.

Estados Unidos es enorme y los americanos que viven allí en ciudades grandes tienen muchas cosas parecidas a los europeos. Pero en Estados Unidos hay millones de americanos que viven en las enormes extensiones internas y fuera de las grandes ciudades. Muchos no han salido nunca del país. Para ellos viajar alguna vez a una de sus grandes ciudades ha sido algo fantástico, no tienen pasaporte y hasta les puede caer bien que Trump ponga problemas a los chinos y a los europeos para invertir y exportar a Estados Unidos. Pero, ¿qué pasará cuando algún día China se convierte en la primera economía del mundo? No quiero ni pensar en la reacción de esos millones de americanos que desconocen el mundo.

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