El último asalto de la reducción de jornada

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La medida estrella de Yolanda Díaz corre serio peligro de ser noqueada en el parlamento por un derechazo de Junts 

Sylvester Stallone as boxer Rocky Balboa trains with punchbag in the 1976 film 'Rocky '. (Photo by Screen Archives/Getty Images)

Sylvester Stallone en la película Rocky

Getty

La reducción de jornada a 37,5 horas, el proyecto estrella en esta legislatura de la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha superado muchos asaltos en la larga tramitación desde que la medida se planteó, pero ahora afronta debilitada el último round en el que corre un serio riesgo de ser noqueada por un derechazo de Junts. Tan cerca vio la ministra el nocaut que esta pasada semana decidió aplazar hasta después del verano la votación de las enmiendas a la totalidad previstas inicialmente para este martes.

Trabajo gana tiempo a la desesperada para evitar que su particular Rocky Balboa no pierda el combate. Una reducción de jornada que, como el Sylvester Stallone de la película, se ha demostrado un duro fajador, encajando golpe tras golpe y sobreviviendo asalto tras asalto. Superó el de la negociación con los agentes sociales, aunque con resultado mediocre al no conseguir sumar el apoyo de la patronal; ganó por puntos el de la batalla interna en el Gobierno, con enfrentamiento con el ministro de Economía, Carlos Cuerpo (“es casi mala persona”, llegó a decir Yolanda Díaz de su colega); pero ahora corre un serio riesgo de besar la lona ante la rocosa tozudez de Junts de no apoyar el proyecto. Y sin los votos de Junts, la reducción de jornada será rechazada.

Esta pasada semana, Díaz pidió tiempo extra. No le quedaba otra. Si hubiera ido mañana a votación, se habría rechazado la medida. Las 37,5 horas están como Rocky en su rincón con su entrenador restañando las heridas. “Estamos muy lejos”, dicen en Junts, que pide reformas profundas en el proyecto, casi una nueva ley.

Desde el Ministerio de Trabajo intentaron disimular el golpe. Primero apuntando que era Junts quien había requerido más tiempo (punto que la formación catalana negó rotundamente), después indicaron que había un comunicado conjunto (solo apareció el del ministerio), y finalmente acompañando el retraso de otro argumento, no muy convincente, como es evitar la votación en un momento en que se convertiría en plebiscito sobre el Gobierno, que la jornada sería secuestrada por la corrupción y el caso Cerdán. (En ese momento, aún no había estallado el caso Montoro).

Carles Puigdemont y Yolanda Díaz en el parlamento europeo en 2023

Carles Puigdemont y Yolanda Díaz en el parlamento europeo en 2023

EFE

Es el acompañamiento para disimular para lo que es un revés contundente, aunque no definitivo. No es todavía el KO. Trabajo se da a unos meses para seguir negociando, pero lo tiene difícil. Tanta prolongación, porque la norma acumula retraso sobre retraso (se puede recordar que el objetivo inicial era que en 2024 ya se aplicaran las 38,5 horas como fase intermedia), que un satisfecho Antonio Garamendi se permitió ironizar con que la propuesta “ya va por la tercera temporada”.

Otros también satisfechos, Foment del Treball, al conocer el aplazamiento salieron raudos a felicitar a Junts por mantener su oposición a la iniciativa. La patronal catalana lleva tiempo cortejando a Junts, en la que quisiera ver la reencarnación de la antigua Convergència, y lo ha hecho a pesar de las reticencias que este acercamiento provocó dentro de una CEOE en que algunas organizaciones se inquietaban por cualquier acercamiento a Carles Puigdemont. Especialmente incómodo estaba Miguel Garrido, de la patronal madrileña. Ahora, piensan en Foment, demostraremos lo útil de la maniobra.

Trabajo tuvo que pedir tiempo extra para evitar un KO asegurado

El destino de las 37,5 horas se empezará a vislumbrar después del verano. Lo que es seguro es que el proyecto estrella de Yolanda Díaz en esta legislatura, como es la reducción de jornada, sigue una línea paralela a la de su medida estelar en la anterior, la reforma laboral. Con similitudes, tanto de impacto de la norma como de obstáculos a superar, pero con diferencias importantes. Las dos medidas comparten un objetivo de transformación profunda del mercado laboral (más la reforma que la jornada), una larga negociación con los agentes sociales, choques entre los ministerios de Trabajo y Economía, y difícil travesía por el parlamento.

Se diferencian especialmente en que la reforma laboral consiguió el apoyo de la patronal, lo que en la jornada nunca ha estado ni cerca de conseguirse, y que, en cambio, mantiene una oposición feroz. La reforma laboral, en un episodio digno de guion cinematográfico, se aprobó en el parlamento por el error de un diputado popular, que permitió superar la traición de dos parlamentarios del UPN, y todo aliñado con un error en el primer recuento de votos. Victoria por puntos y con emoción. Mientras, el ganador del combate de la reducción de jornada está todavía por decidir.

Las 37,5 horas tienen el verano para reponerse de los ganchos recibidos en su rincón del ring, y volverán a saltar al cuadrilátero a partir de septiembre. Suponen mucho para Yolanda Díaz. En la película, en la primera, porque hubo múltiples réplicas, Rocky pierde el combate a los puntos, aunque se lleva la victoria moral en lo que se supone un ejercicio de perseverancia y de resiliencia.

  • El giro social que pide Yolanda Díaz. La vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, presiona para acelerar la aprobación de los permisos parentales retribuidos. Reclamó públicamente que se introdujera en la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos de este lunes, paso indispensable antes de ir a Consejo de Ministros, aunque desde Economía dijeron que, por el momento, no entraba en la agenda. Según el real decreto-ley que tiene preparado Trabajo, y al detalle del cual tuvo acceso La Vanguardia, son tres los cambios que se plantean: las cuatro semanas de permisos retribuidos para cuidados, la ampliación de 16 a 20 semanas del permiso de nacimiento y a las 34 semanas para las familias monoparentales.

  • Los datos de la EPA serán positivos. Este jueves el INE publica la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre del año. La previsión es que los datos muestren que el mercado laboral sigue resiliente, con creación de puestos de trabajo que pueden llevar a un nuevo récord de ocupados. Adecco calcula que se alcanzarán los 22,24 millones de ocupados y un paro reducido al 10,62%

  • Cuerpo y los aranceles. Esta mañana el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, comparece a las 13 h en la comisión de Economía del Congreso de los Diputados para informar del plan de respuesta a los aranceles impuestos por la Administración Trump. Una comparecencia en unos momentos en que, muy al estilo Trump, sigue todavía en el aire la decisión sobre los aranceles que Estados Unidos impondrá y la respuesta europea.
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