El Gobierno está explorando con las principales empresas españolas de defensa un plan de desconexión del material militar de Israel sometido a embargo. El veto a las compras afecta tanto a contratos directos del Ejecutivo como a productos con licencia israelí. Estos acuerdos ya han suprimido o están en vías de cancelación. Para suplirlos, los ministerios de Defensa e Industria quieren contratar sistemas sustitutivos con sello español. Pero el reemplazo no es tan sencillo, ya que crear una tecnología propia puede demorarse varios años. Por ello, el Ejecutivo estudia también realizar compras puntuales en otros países para que las Fuerzas Armadas no pierdan capacidades operativas.
Este plan de desconexión militar de Israel se está agrupando en torno a Indra y Escribano, principalmente. La primera podría ofrecer tecnología de reemplazo y la segunda podría ofrecer soluciones en artillería y munición. La primera fase del plan, por tanto, pasa por dilucidar si existen productos españoles que puedan dotar al Ejército de las mismas capacidades actuales. Si no existen se dará a paso a compras a empresas, preferiblemente europeas, explican las fuentes conocedoras de las conversaciones entre las empresas, que aguardan las decisiones que pueda tomar Defensa, y el Gobierno.
Indra dispone de una solución para el contrato de 1.500 millones de las radios de las Fuerzas Armadas
El principal programa afectado por el embargo de armas a Israel es el lanzacohetes Silam, cuyo contrato de 700 millones fue anulado en la plataforma pública de contratación la semana pasada. El producto ha sido fabricado en los últimos años en España por un consorcio formado por EM&E (Escribano) y Expal, pero tiene licencia de la israelí Elbit Systems y, por tanto, no se seguirá produciendo. Las empresas españolas no disponen de un lanzacohetes que pueda sustituir a esta tecnología israelí, por lo que una posibilidad pasaría por comprar de forma temporal un sistema similar al Silam. En el mercado hay tres lanzacohetes que cumplirían esa misión. Uno está fabricado por la estadounidense Lockheed Martin, otro por la alemana Rheinmettal y otro por la brasileña Avibras.
El 8x8 Dragon que fabrica el consorcio Tess (Indra, Escribano, Santa Bárbara y Sapa) también se topa con el embargo a Israel. El blindado dispone de una torre que cuenta con una lanzadora de misiles Spyke LR2, el gran misil del Ejército de Tierra que produce Pap Tecnos, filial del gigante israelí Rafael. Este contrato también ha sido anulado definitivamente y el Gobierno debe busca un sistema alternativo. Escribano ya ha realizado al Gobierno una propuesta, indican fuentes empresariales. Una posible solución podría ofrecerla la europea MBDA. Otra opción en el mercado es el Javelin, de fabricación estadounidense (Raytheon y Lockheed Martin).
La ministra Margarita Robles asegura que no habría retrasos en los programas militares en marcha
Las radios que han comprado las Fuerzas Armadas para sus carros de combate, un contrato a largo plazo por 1.500 millones, y que también se están instalando en el 8x8 Dragon, cuentan con tecnología israelí. En concreto, el contrato se adjudicó a Telefónica, Icox y Elbit. Por tanto, el Gobierno deberá buscar un nuevo proveedor. Indra dispone de una posible solución para este importante contrato. Este verano, el grupo presidido por Ángel Escribano firmó un acuerdo con la finlandesa Bittium para desarrollar soluciones de radio por software. Será ahora Defensa quien tendrá que tomar una decisión.
Otra empresa española afectada por el embargo de compras a Israel es Tecnobit, del Grupo Oesía. Esta firma participa en el programa del misil Spyke aportando fotónica. En concreto, se encarga de los sistemas de visión inteligente. Este contrato acaba de ser adjudicado por 4,8 millones, pero no debería desarrollarse. Fuentes de la compañía aseguran estar buscando sistemas sustitutivos con sello español, pero ante la ausencia de tecnología similar, estudia adquisiciones en otros países.
Algunos sistemas de armamento son producidos en España, pero tienen licencia israelí y se anularán
El caza del Ejército del Aire, el Eurofighter, que fabrica Airbus y al que Indra aporta parte de su tecnología, también se ve afectado por el embargo a Israel. El avión cuenta con los pods de designación de objetivos Lightening 5” que suministra la israelí Rafael. Se debería buscar una tecnología sustitutiva para ellos, así como para los inhibidores de frecuencia vehiculares en los blindados del Ejército, que también se adjudicaron a la israelí Netline.
Por último, existe un contrato que podría toparse con algún problema y que afecta a Santa Bárbara. Su matriz, General Dynamics, cerró un acuerdo con la israelí Elbit para el suministro de torretas para los blindados Ascod del ejército de Letonia. El bloqueo español podría no afectar a este sistema, aunque técnicamente el proceso de montaje se realiza en el país báltico.
El Ministerio de Defensa, a través de la subdirección general de Programas, ubicada dentro de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM), está planificando toda la desconexión de productos militares israelíes, que ha sido un histórico vendedor de armamento a España. La propia ministra, Margarita Robles, afirmó hace unos días que no habría retrasos en los distintos programas en marcha. El objetivo, por tanto, es acelerar el proceso para no perder capacidades operativas. Desde las empresas se pide al Gobierno repartir estos contratos, que pueden adjudicarse por la vía rápida, y que no se concentren en unos pocos grupos industriales.
Ángel Escribano: “Lo tenemos totalmente controlado”
El presidente ejecutivo de Indra, Ángel Escribano, ha asegurado que el grupo cotizado se va a ver mínimamente afectado por el embargo de armas a Israel. El consejero delegado de la compañía, José Vicente de los Mozos, aseguró en la última junta de accionistas que contaba con “un plan de contingencia para aquellos componentes de los que dependemos de la industria israelí y dar una solución con empresas europeas o españolas”. Escribano ha añadido hace unos días que cuenta con “proveedores alternativos a todas las fuentes de suministro”. “No es un problema para nosotros y lo tenemos totalmente controlado”, sentenció. Indra se encuentra inmersa en un proceso de fusión con Escribano y la solución al embargo de armas a Israel sí podría tener impacto en la operación, apuntan fuentes empresariales. Escribano tiene una mayor dependencia de licencias israelíes y, por tanto, deberá encontrar productos alternativos para los contratos que se han cancelado o se suprimirán.