Las ventas minoristas en EE.UU. crecieron el doble de lo esperado en agosto, el 0,6%. Sin embargo, casi la mitad del consumo está concentrada en el 10% más rico, mientras que gran parte de la población ve crecer su gasto solo a ritmo de la inflación, “lo que explica el malestar social y la fractura política”, comenta el profesor de escuela de negocios Pablo Foncillas.
La brecha entre ricos y el resto de la sociedad sigue ampliándose. “Los datos oficiales nos dicen que la economía resiste, mientras la realidad social muestra que Estados Unidos se convierte cada vez más en un salvaje oeste económico”, añade. La subida de los mercados y la vivienda permite que los ricos sigan gastando, mientras el resto lucha con ingresos estancados y altos tipos de interés. “Una economía fuerte solo para unos pocos es una economía frágil”, advierte.