Casualidades de la vida, el inversor mexicano David Martínez se vio con la cúpula del Sabadell meses antes de la ampliación de capital del 2013 de la mano de un ex directivo del BBVA cuando analizaba en Madrid nuevas oportunidades de inversión. De aquel primer encuentro nació una relación que llevó a Martínez a tomar el 5% del banco. Ahora controla el 3,9%, que venderá el próximo día 10 por el triple de lo que le costó. El consejero delegado del Sabadell de entonces, Jaume Guardiola, avaló la entrada de un inversor que conocía desde su época como directivo del BBVA en México.
Como buen millonario, se conoce muy poco de la vida privada de Martínez y lo justo de la pública. Nació en Monterrey, donde estudió ingeniería. Vinculado al movimiento ultracatólico de los Legionarios de Cristo, estudió teología en Roma. Tras dudar con su vocación, se marchó a estudiar un MBA a Harvard. Fue en ese momento cuando empezó su verdadera aventura financiera, primero en Citibank y después en solitario.
Accionista desde el 2013, tiene fuertes inversiones en México y Argentina, donde el BBVA es fuerte
Vive a caballo entre Londres y Manhattan, donde tiene (o tenía) un apartamento con vistas a Central Park. Suele acudir a los consejos del Sabadell de manera presencial y viaja en avión privado, explican los que lo han tratado. Aunque su residencia fiscal –según se desprende de las declaraciones del presidente del Sabadell, Josep Oliu– está en Delaware, un paraíso fiscal ubicado en territorio de Estados Unidos.
Pese a ser mexicano, tiene fuertes intereses económicos en Argentina, además de en su país de nacimiento. Y es un especialista en identificar oportunidades de inversión. El Sabadell es un buen ejemplo de ello.
Obviamente las razones que le han llevado a romper con la unidad del consejo y optar por aceptar la oferta solo las conoce él, pero los que le han tratado opinan que en su lógica de inversor tiene sentido ligarse a un banco con fuertes intereses en México y Argentina. Tiene fuertes intereses en Televisa. El que fue amigo de algunos de los directivos de Bancomer (grupo BBVA) quiere pasar a formar parte de un banco con fuerte presencia en Argentina y en el resto de Latinoamérica. Con su venta de acciones no será suficiente. Necesita que otro 26% de accionistas le sigan.
También es una incógnita obviamente el contenido de las “conversaciones intensas” que el BBVA tuvo con Martínez, como reveló este martes Oliu. Con el 3,86% de acciones del Sabadell podría recibir alrededor del 0,6% del capital del BBVA. ¿Pedirá un puesto en el consejo? Los que le conocen creen que prefiere estar fuera del foco que supone ser consejero, pero la realidad es que en el Sabadell lleva años en el puesto y como se vio el martes, cuando ha tenido que intervenir lo ha hecho, incluso con inusitada dureza, contra las decisiones del Gobierno que apuntalaron la estrategia de defensa del banco catalán.
Viendo el papel jugado por Martínez en toda la opa hostil, la decisión de esta semana es una sorpresa a medias. Aunque el Banc Sabadell nunca lo confirmó, en mayo del 2024 se especuló con que el inversor mexicano no votó en contra de la primera propuesta del BBVA. Al no estar la opa en el periodo de aceptación, no era obligatorio revelar el sentido del voto. Ahora sí. De ser cierto que ya se abstuvo en el primer consejo, quizá ya tuvo algún contacto con el BBVA sobre las bondades de la fusión de ambas entidades.
El valor de la participación de Martínez en el Sabadell es de unos 600 millones. Con la aceptación de la opa renunciaría a los dividendos anunciados por el banco catalán, que solo por el TSB se elevan a casi 100 millones. Al no ser un minoritario y no tener su residencia fiscal en España no debería pagar a Hacienda haya o no segunda opa. Como inversor institucional, tiene un horizonte de inversión temporal de entre 5 y 7 años, plazo que ya ha superado ampliamente. Al ser un inversor muy centrado en activo de riesgo, no parece que debiera permanecer mucho tiempo en el BBVA. Primero debe triunfar la opa.