La Comisión Europea hace oídos sordos a las repetidas protestas de la Administración de EE.UU. Contra las regulaciones tecnológicas europeas. El Ejecutivo comunitario ha abierto hoy una investigación antimonopolio a Google por posibles prácticas anticompetitivas, al entrenar sus modelos de inteligencia artificial (IA) con contenidos de medios de comunicación sin retribuirles ni darles opción a negarse a ceder el material. Es decir, por el resumen hecho con IA que aparece en la parte superior de las búsquedas de Google. También utilizaría contenido colgado en Youtube, de la que es dueña, para el mismo propósito y con las mismas condiciones.
La investigación examinará, en particular, si Google “distorsiona la competencia al imponer condiciones injustas a los editores y creadores de contenidos o al concederse un acceso privilegiado a dichos contenidos, colocando así en desventaja a los desarrolladores de modelos de IA rivales”, ha anunciado este martes el Ejecutivo comunitario al anunciar la investigación, que sin duda no gustará en el otro lado del Atlántico.
En España, la justicia acaba de dar un varapalo a Meta por un caso similar. El dueño de Facebook e Instagram ha sido condenado a pagar 542 millones de euros por actuar de manera anticompetitiva frente a los medios de comunicación digitales. La justicia ha considerado que este gigante tecnológico de EE.UU. Ha obtenido una ventaja competitiva al vender publicidad personalizada en sus redes sociales tras infringir la ley de protección de datos y recabar información sensible de los consumidores.
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En cuanto al caso de Google y la Unión Europea, una de las preocupaciones es que este grupo tecnológico haya podido utilizar contenido de editores web para generar servicios impulsados por IA en sus páginas de resultados de búsqueda, sin una compensación adecuada a los editores y sin ofrecerles la posibilidad de rechazar dicho uso de su contenido. Los técnicos comunitarios quieren investigar si los editores pueden efectivamente negarse a que utilicen sus contenidos para este resumen sin verse perjudicados en las búsquedas de Google, tan importantes para cualquier editor de noticias.
A la vez, la Comisión revisa si Google ha utilizado contenidos subidos a Youtube para entrenar sus propios modelos de IA sin ofrecer a los creadores una compensación o la posibilidad de negarse. En cambio, la compañía denuncia en un comunicado que esta investigación “corre el riesgo de frenar la innovación en un mercado que es más competitivo que nunca” y subraya que “los europeos merecen beneficiarse de las últimas tecnologías y continuaremos trabajando estrechamente con las industrias creativas y de noticias en su transición hacia la era de la IA”.
“Una sociedad libre y democrática depende de la diversidad de los medios de comunicación, del libre acceso a la información y de un panorama creativo dinámico. Estos valores son fundamentales para nuestra identidad como europeos”, ha señalado la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea a cargo de Competencia, Teresa Ribera.
Comisaria de Competencia
Ribera advierte que el progreso que implica la IA no puede ser en expensas de los principios fundamentales de los europeos
La comisaria considera que la IA está aportando una innovación notable, pero subraya que “este progreso no puede producirse a expensas de los principios fundamentales de nuestras sociedades”. “Por eso estamos investigando si Google ha impuesto condiciones injustas a los editores y creadores de contenidos, al tiempo que ha puesto en desventaja a los desarrolladores de modelos de IA rivales, infringiendo las normas de competencia de la UE”, añade la representante española en el equipo de Von der Leyen.
Todo sucede en un momento de gran tensión entre Estados Unidos y la Unión Europea, pocos días después de que la Administración de Donald Trump en la Casa Blanca haya saltado a la ofensiva tras la multa de 120 millones de euros a X por infringir, en este caso, el Reglamento de Servicios Digitales comunitario (más conocido como DSA, por sus siglas en inglés). En específico, Bruselas ha castigado a X por el “diseño engañoso” de su marca azul de verificación de cuentas. También por la falta de transparencia en su repositorio de anuncios y el incumplimiento de su obligación de permitir acceso a datos por parte de los investigadores.
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El propietario de X, Elon Musk, ha llegado a llamar a la abolición de la UE, pero también la Casa Blanca ha atacado a la Comisión por este asunto. El mismo Trump ha tratado el episodio de “desagradable” y ha dicho que “Europa va por el mal camino”, después de que su secretario de Estado y su vicepresidente hayan acusado a la UE de censurar la libertad de expresión. “No habrá libertad de expresión si la libertad de información de los ciudadanos es sacrificada para defender a los oligarcas tecnológicos de EE.UU.”, respondió ayer el presidente del Consejo Europeo, António Costa.
La portavoz comunitaria Arianna Podestà ha puntualizado que han informado a las autoridades estadounidenses sobre esta última investigación a Google, y también a la empresa, para que haga las consiguientes aclaraciones. Sin embargo, también ha advertido que la UE apliga las normativas antimonopolio independientemente del país de origen de las compañías afectadas, sino fijándose solamente en el “posible comportamiento ilegal y el perjuicio que esto podría suponer para la competencia y los consumidores dentro de la UE”.
