Nuevo curso con el absentismo en el centro. El presidente de Pimec, Antoni Cañete, ha planteado que uno de los caballos de batalla de la entidad en el 2026 será combatir las ausencias de los trabajadores en el puesto de trabajo. “El sistema no funciona, está generado una situación insostenible, desde el punto de vista del coste y de la gestión empresarial”, ha planteado Cañete como carta a los Reyes en un acto para hacer balance del año este jueves en Barcelona.
El sistema sanitario tiene un colapso, ha seguido. “Las bajas son algo preocupante. Reclamamos la eficacia, la eficiencia y el buen uso de los recursos públicos y sanitarios”. En este sentido, Cañete ha llamado a “hacer un buen uso” de las bajas. “El buen uso es que se haga la prescripción médica, no cosas diferentes”, dejando entrever que los trabajadores en algunos casos no siguen las recomendaciones. “La baja se soporta con dinero público y de la empresa”, ha reiterado, lo que tiene un coste tanto económico como en gestión empresarial.
Necesidad de renovar el CES y claridad en la ley de Cambres
En otro frente en el que ve urgencia, Cañete ha llamado a renovar el Consejo Económico y Social (CES), con representaciones caducadas, con una petición formal al ministerio competente, una carta, para su entrada en el organismo. “Si la respuesta no es positiva, ya comporta acudir a un contencioso administrativo”, ha advertido. Afirma que apenas hay un par de organizaciones más representativas que Pimec, una de ellas ya dentro, por lo que en su renovación tendría que entrar. “Estamos esperando que se de el nombramiento”, ha concluido.
La ley de Cambres es otro punto a resolver. Ya en el Parlament, Cañete ha reiterado que en el redactado tiene que quedar claro que estos organismos ejercen de cámaras y no cogen otras funciones, como tener presencia en mesas de representación. El presidente pide artículos que no lleven a confusión, con cambios a trabés de enmiendas.
Otro frente para el 2026 será impulsar una ley de dimensión para permitir que las pymes ganen tamaño. “Tenemos un problema de dimensión. El país ganaría en renta por cápita, productividad, salarios, ocupación y exportaciones”, ha resumido. Hace un mes la entidad presentó un informe en el que señalaba que el 75% de las empresas catalanas desean ganar tamaño, pero que se encuentran demasiados obstáculos que lo impiden. La idea es hacer que las empresas crezcan al ritmo que crece la economía.
Sobre los salarios, ve positivo el incremento del SMI del entorno del 3,1% que está sobre la mesa, pero advierte que muchos convenios tienen indexados los complementos, por lo que si no hay absorción de estos pluses la subida puede ser del 15% o 20% en según qué sectores.
Un año marcado por la fiscalidad, la opa o Verifactu
Este año ha sido de continuidad y cambios para la entidad. Se ha renovado el mandato del presidente y se ha rediseñado la imagen corporativa. A la vez, ha entrado e la comisión consultiva nacional de los convenios colectivos. “Por primera vez las pymes tenemos voz allí”, ha expuesto. Sobre el panorama catalán, “tenemos dos grandes organizaciones representativas, una de ellas representa pequeños y medianos empresarios”, ha planteado sobre la entidad.
En términos económicos, la entidad ha contado con un presupuesto de 25 millones de euros, de los más elevados del sur de Europa para una asociación así, y “se ha cumplido el presupuesto y el resultado”. Estas cuentas dejan unos 800.000 o 900.000 euros positivos de resultado, ha detallado. Las cifras se han conseguido con un incremento neto del 6% de la masa social.
En un repaso a los logros de este año, Cañete ha destacado que desde Pimec se ha presionado para que decayera la opa del BBVA sobre el Sabdell; se ha impulsado la reducción del impuesto de sociedades para pymes, que ha pasado del 23% al 20%; el retraso en la entrada en vigor de Verifactu; el debate del absentismo o que el ICO se haya abierto a financiar de manera directa a las pymes. Uno de los más importantes ha sido el de la reducción de jornada. Ha admitido que “el tiempo de trabajo merece un debate”. En todo caso, no con una reducción de la jornada impuesta desde el Gobierno. “De haberse llevado a cabo hubiera destrozado muchos sectores”, ha advertido.
