El Ministerio de Trabajo deja para enero la presentación de su propuesta de subida del salario mínimo interprofesional (SMI), que estará exento del IRFP, y no descarta conseguir un acercamiento de la patronal. Este son los planes que baraja el ministerio después de la reunión de ayer con los agentes sociales en que, sorprendentemente, Trabajo no presentó su propuesta formal, algo que esperaban tanto sindicatos como patronal.
Ahora, el ministerio tiene decidido no apurar los plazos con una reunión la próxima semana, sino dejarlo para inmediatamente después de la fiesta de Reyes. De esta manera, si en esa reunión se cierra el acuerdo a dos bandas o, muchos más improbable, a tres bandas, la subida del salario mínimo se podría adoptar a finales de enero o inicios de febrero con efecto retroactivo. Algo que ya ocurrió en la última subida.
Desde Trabajo se quedan con que la CEOE dijo durante la reunión de ayer que si se dibuja un paquete conjunto satisfactorio de las medidas, no solo la subida, sino elementos como la absorción de pluses, podría realizar consultas internas para evaluarlo. Un mínimo gesto al que desde el ministerio intentan darle un tono positivo, aunque los sindicatos salieron de la reunión interpretando que la CEOE no se movía de su propuesta del 1,5% de incremento.
Tal como están las cosas lo más probable es que la propuesta de Trabajo sea del 3,1% exento de pagar el IRPF con el interrogante de cómo se modula la prohibición o limitación de la absorción de pluses con la subida del SMI. Un tema, el de los pluses, que Trabajo ve bien, los sindicatos exigen y la patronal rechaza.
Precisamente, esta operación obligará a tramitar dos reales decretos distintos. Uno, el más urgente, con la subida del SMI; y uno segundo, de trasposición de la directiva europea del salario mínimo, en el que se incluirá la decisión sobre los pluses, además de establecer como automático el incremento anual en función del 60% del salario medio. Un tema, que si se adopta de esta manera, con un real decreto, es decir sin rango legislativo, la patronal recurrirá a los tribunales.
Respecto a la tributación del impuesto, la disposición de Hacienda para actualizar la deducción actual ha abierto la puerta para un acuerdo entre los dos ministerios que evite un agrio enfrentamiento como el que ocurrió en el ejercicio anterior. Aquel caso se resolvió con un aumento de la deducción por el IRPF para evitar que los perceptos del SMI tengan que pagarlo, y lo que se hará ahora será ampliar esta deducción para incluir la nueva subida.
De esta manera, lo que fue una solución puntual el año pasado, se va a repetir, con Hacienda olvidándose por el momento de su objetivo de que un salario mínimo que ya se acerca a convertirse en el salario más frecuente empiece a pagar el IRPF.

