El final del doctor Zhivago

Estás invitado a verme ante el pelotón de fusilamiento”. El escritor Boris Pasternak le espetó estas palabras al periodista italiano Sergio D’Angelo mientras le dejaba sobre la mesa el manuscrito de la que sería su obra magna, El doctor Zhivago . A D’Angelo, un periodista del Partido Comunista Italiano, le había encomendado el editor Feltrinelli buscar nuevos talentos en la URSS. Desde la revolución rusa ningún escritor había osado hacer tratos con editoriales occidentales, pero Pasternak asumió el riesgo. La novela se publicó en 1957 y apenas un año después se le concedía el Nobel, al que el Kremlin le obligó a renunciar. El 30 de mayo de 1960 moría en su dacha marginado. Su funeral, cuyos detalles se comunicaron de forma clandestina en el metro de Moscú, resultó un desafío a la dictadura comunista, con los asistentes recitando sus poemas.