Barcelona tiene un nuevo rey del cheesecake, y no se trata de una gran pastelería con décadas de historia, sino de La Cheesecakeria BCN, un pequeño obrador artesanal nacido en plena pandemia. Su creador, Oriol Gil, un cocinero diplomado de la Escuela Joviat con años de experiencia, ha sabido convertir su pasión por este postre en un negocio que no para de crecer, con más de 30 variedades de cheesecake a domicilio, ingredientes locales de primera calidad y opciones inclusivas para celíacos, intolerantes a la lactosa, diabéticos y otros perfiles de alérgenos e intolerancias. ¿Su próximo reto? Abrir una tienda en la ciudad para seguir endulzando a los barceloneses.
La historia de La Cheesecakeria BCN comenzó durante el confinamiento, cuando Gil, con una larga trayectoria en cocina y pastelería, decidió aprovechar el tiempo para perfeccionar su receta ideal de cheesecake. “Siempre he tenido dos postres fetiche: el cheesecake y el lemon pie. Durante la pandemia, con tanto tiempo libre, pensé: voy a intentar hacer mi cheesecake perfecto”, explica. El experimento casero se convirtió rápidamente en un éxito entre amigos y conocidos. Y lo que comenzó en la cocina de su casa, acabó transformándose en un proyecto serio, con un obrador propio en el centro de Barcelona.

Oriol Gil fundador de La Cheesecakeria BCN
Pero lejos de lanzarse a una gran inversión, Gil optó por un crecimiento pausado y sostenible. “Decidimos hacerlo de manera diferente. En lugar de abrir una tienda desde el principio, apostamos por un delivery de calidad artesanal”, comenta. Durante los primeros meses, las tartas se elaboraban en casa; después, dieron el salto a un obrador compartido y, finalmente, lograron establecerse en su propio espacio. Hoy, con tres años de trayectoria, La Cheesecakeria BCN sigue en expansión y mantiene intacta su esencia: calidad, atención personalizada y una carta llena de sabor.
Más de 30 sabores de cheesecakes
La oferta de cheesecakes es tan amplia como cuidada. Con más de 30 sabores en la carta, hay opciones para todos los gustos: desde el clásico de tres quesos hasta el de pistacho, pasando por versiones más innovadoras como el de castañas glaseadas o chocolates variados. “No hacemos un cheesecake base al que simplemente le añadimos un topping. Cada receta es única, con proporciones de queso, huevos, nata y azúcar ajustadas para lograr el equilibrio perfecto en cada sabor”, explica el cocinero. Todas las elaboraciones son propias y utilizan ingredientes de proximidad, huevos ecológicos, frutas de temporada y evitan los ultraprocesados, apostando por la artesanía en cada paso del proceso.

Con más de 30 sabores en la carta, hay opciones para todos los gustos
Pero si algo diferencia a La Cheesecakeria BCN, además de sus cheesecakes, es su trato cercano y su atención a los detalles. “Personalizamos la caja de entrega sin coste adicional. Diseñamos pegatinas con mensajes o fotos para cumpleaños y celebraciones, y a la gente le encanta”, comenta el fundador. Además, ofrecen opciones sin gluten, sin lactosa o sin azúcar, adaptándose a las necesidades de cada cliente. Una propuesta que no solo ha conquistado a los particulares, sino también a restaurantes, que ya representan el 25% de sus ventas.
Ahora, tras tres años endulzando a los barceloneses con sus tartas bajo pedido y entregas a domicilio, el siguiente paso es abrir una tienda física. Un proyecto que, como todo en La Cheesecakeria BCN, se hará con cabeza y corazón. “Nos gustaría abrir una tienda, pero en Barcelona centro los alquileres son altísimos”, adelanta. Sea donde sea, el objetivo es claro: seguir ofreciendo cheesecakes únicos, hechos con mimo, y acercarlos a más personas. Porque cuando algo se hace con pasión, el éxito viene solo, tarta a tarta.
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Instagram: @lacheesecakeriabcn