El enlace entre Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton -Catalina a partir del momento en que contraiga matrimonio con el príncipe- ofrece a los Windsor la oportunidad de consolidar la monarquía británica y dejar atrás, quizás para siempre, la crisis que llevó al borde del abismo a esta regia institución británica en los años noventa.
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La tormentosa relación y separación entre Carlos y Diana, los padres del novio, aunada a la torpe reacción de los Windsor tras la trágica muerte de la "princesa del pueblo" marcaron el peor momento de popularidad que aún se arrastra en un país donde la imagen, la pompa y el discurso son a menudo más importante que el fondo.
El príncipe Guillermo y Kate Middleton, duques de Cambridge, se preparan para comenzar su recorrido hacia el Palacio de Buckingham
El príncipe Guillermo y su esposa Kate, duquesa de Cambridge, se dirigen en una carroza descubierta hacia el palacio de Buckingham
El príncipe Guillermo y Kate Middleton se dan el 'sí' y se imponen los anillos
El príncipe Guillermo y Kate Middleton durante el acto religioso en la Abadía de Westminster
El príncipe Carlos y Camila durante el acto litúrgico
La reinaIsabel II y su marido el príncipe Felipe de Edimburgo
El príncipe Guillermo y Kate, Duquesa de Cambridge, tras la ceremonia religiosa
El príncipe Guillermo mira a su novia Kate Middleton, que sostiene la mano de su padre, Michael Middleton
Kate Middleton llega con su padre Michael Middleton y su hermana Philippa Middleton a la Abadía de Westminster
Kate Middleton, a su salida del hotel.
Kate Middleton, en su ruta hacia la abadía de Westminster
El príncipe Guillermo llega a la abadía
El viceprimer ministro británico, Nick Clegg, y su esposa, la española Miriam González Durántez
El príncipe Carlos de Gales y su esposa, Camila, duquesa de Cornualles, llegan a la Abadía donde se ha celebrado la boda entre el Príncipe Guillermo y la Duguesa Catalina
La reina Isabel II de Inglaterra, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo; Camilla, duquesa de Cornualles (izda) y el príncipe Carlos abandonan la abadía de Westminster tras la boda
La princesa Victoria de Suecia (izda) y su marido Daniel de Suecia (dcha) al acabar el enlace real
El príncipe Alberto de Mónaco (izda) y su prometida, Charlene Wittstock, abandonan la abadía de Westminster
La reina Sofía, el príncipe Felipe y la princesa Letizia cuando llegaban a la abadía de Westminster
El futbolista inglés David Beckham y su mujer Victoria, los primeros en llegar a la abadía de Westminster
Chelsy Davy, relacionada con el príncipe Enrique asiste a la boda real
Elton John y David Furnish llegan a la abadía de Westminster
El primer ministro del Reino Unido, David Cameron, en el momento en que llegaba a la abadía
La Reina Sofía abandona su hotel para dirigirse a la boda real británica.
El rey Constantino de Grecia y la reina Anna-Marie, en el momento de su llegaa a la boda
Un policía acompaña a invitados a la boda real.
La Policía abre The Mall al público tras la llegada del príncipe Guillermo y su esposa Catalina, duques de Cambridge, al palacio de Buckingham
Agentes de policía patrullan la avenida Mall, en Londres (ReinoUnido) antes del enlace real
Jóvenes chinos siguen la boda del príncipe Guillermo y Catalina, duques de Cambridge, en un centro comercial en Kwun Tong, Hong Kong
Mujeres sudafricanas siguen en directo por televisión el enlace entre el príncipe Guillermo y Kate Middleton en una colonia pobre de Ciudad del Cabo, Sudáfrica
Una pareja desifla disfrazada de pareja real mientras la multitud espera el comienzo del enlace del príncipe Guillermo y Kate Middleton en Whitehall
La multitud espera el comienzo del enlace del príncipe Guillermo y Kate Middleton en Whitehall con camisetas que recuerdan la boda real
Los seguidores se acumulan ya frente a Westminster.
Los entusiastas de la boda ya toman Londres.
Una canadiense se despierta de su acampada en Londres para ver la boda real.
Las principales calles de Londres preparadas para la boda real de Guillermo y Kate
Los entusiastas esperan el paso de la comitiva real en Londres.
Una estudiante de Oxford se deja pintar su cara en la Plaza del Parlamento, antes de la Boda Real