La semana pasada, Gabriela Andrada fue una de las invitadas de La Revuelta, siendo la primera vez que acudía la programa de David Broncano. La actriz se encuentra en plena promoción de su película Pídeme lo que quieras, una adaptación de la novela erótico-romántica de la exitosa escritora Megan Maxwell, y conquistó a todos los espectadores por su natural forma de ser.
Días después, ha concedido una entrevista para la revista ¡Hola! donde ha querido abordar uno de los episodios más duros por los que ha pasado en su vida: un accidente de tráfico que paralizó los inicios de su carrera profesional durante “un año y pico”.
La hija de Minerva Piquero se encontraba iniciando en el mundo de la interpretación, realizando varios castings, cuando en octubre de 2021 su sueño se vio paralizado de repente. Un accidente de coche le desfiguró el rostro de tal forma que tuvieron que reconstruirle la mandíbula.
“Me partí la boca, perdí los dientes de arriba, tuve que hacerme injertos óseos… Fue como empezar de cero. Por eso estoy quizá más orgullosa todavía de haber vuelto”, ha confesado para el mencionado medio.
Gabriela Andrada: “Me rompí el hueso maxilar, me cosieron toda la encía, los labios, tuve lesiones de espalda...”
Todo ocurrió cuando el taxi en el que se encontraba tuvo un choque en mitad de la autopista. Por ello, perdió cuatro dientes, pero eso no fue lo peor: “También me rompí el hueso maxilar, me cosieron toda la encía, los labios, tuve lesiones de espalda y un esguince cervical”.
Y si bien sufrió por tener que estar durante seis meses sin las paletas delanteras, lo que peor llevó fue el dolor que le vino en esa época. Entre otras cosas, ha relatado que tuvo que pasar por varias bajas médicas durante ese mismo periodo. Sin embargo, tiempo después pudo conseguir unos postizos semipermanentes con los que recuperó su autoestima.
Y una de las personas que ha estado a su lado en todo momento ha sido su madre. La presentadora de televisión Minerva Piquero ha sido, y sigue siendo, uno de sus grandes apoyos. Por ello, no ha dudado en agradecerle todo en su entrevista para la citada revista.
“Me enseñó que mirar, salir corriendo y hacerlo otro día no es una opción. Ha tenido ella la paciencia que no podría tener ningún coach”, ha confesado. Asimismo, ha dejado claro que sus “mimitos” fueron muy importantes durante los seis meses posteriores al accidente y que fueron decisivos para poder salir adelante. Ahora, parece que ha logrado encauzar su carrera, que va creciendo tras su aparición en Culpa Mía.