El príncipe Andrés vuelve a protagonizar otra polémica de envergadura tras su relación con el pederasta convicto Jeffrey Epstein. El hermano del rey Carlos III del Reino Unido parece que no sabe escoger muy bien sus amistades y ahora ha salido a la luz otra relación que le puede salir cara, la que mantenía con un presunto espía chino que se había convertido en un colaborador de confianza.
“El duque de York siguió el consejo del Gobierno y cesó todo contacto con este individuo después de que (las autoridades) planteasen su preocupación”, informó este viernes por la noche la oficina del príncipe en un breve comunicado. Según la nota, Andrés había conocido a este contacto “a través de canales oficiales” y nunca conversaron sobre “nada de una naturaleza sensible”.
La reacción del segundo hijo de Isabel II llega horas después de que un tribunal británico ratificase el veto de entrada al Reino Unido impuesto por el Gobierno en marzo de 2023 a este empresario chino, identificado como H6, por razones de seguridad nacional.
La Comisión Especial de Apelaciones de Inmigración, que analiza las expulsiones por motivos de seguridad, desestimó el jueves el recurso del demandante, al considerar que la entonces ministra del Interior, la conservadora Suella Braverman, actuó correctamente al prohibirle la entrada ya que tenía “derecho a concluir que [H6] representaba un riesgo para la seguridad nacional del Reino Unido” y “su exclusión estaba justificada y proporcionada”.

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Durante el proceso judicial, se supo que este ciudadano chino, que tenía derecho de residencia en el Reino Unido, fue un “confidente cercano” del duque de York, que lleva retirado de la vida pública desde 2019, y que estableció con él un “grado inusual de confianza” con el fin de aprovechar su influencia.
El Palacio de Buckingham ha declinado hacer comentarios sobre el caso, recordando que el príncipe no es un miembro activo de la realeza.
Se desconocen todavía los detalles de cómo H6 se acercó al príncipe Andrés, pero el grado de confianza llegó hasta el punto de que fue invitado en 2020 a la fiesta de cumpleaños del hermano del rey Carlos y hasta actuaba en su nombre para tratar con posibles inversores en China.
En noviembre de 2021, H6 fue detenido en la frontera del Reino Unido para investigar las sospechas que había sobre su presunta “actividad hostil”. Se encontraron conversaciones en su teléfono móvil y otros dispositivos electrónicos que alertaron al servicio de inteligencia nacional británico, conocido como MI5. Como consecuencia, Braverman utilizó sus poderes excepcionales para expulsarlo del país.
En uno de estos dispositivos se halló una carta de Dominic Hampshire, asesor del duque de York, que le decía: “Aparte de los confidentes internos más cercanos [del príncipe], usted se sienta en la cima de un árbol en el que a muchas, muchas personas les gustaría estar”. Y añadía: “Bajo su dirección, encontramos una forma de que las personas pertinentes entraran y salieran de la casa en Windsor sin ser detectadas”. No se especifica, en cambio, de qué personas se trata.

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Según el tribunal, H6 estaba en posición de “generar relaciones entre altos funcionarios chinos y figuras prominentes del Reino Unido que podrían ser aprovechadas con fines de interferencia política por el Estado chino”.
La BBC detalla que el Ministerio del Interior sospechaba que H6 “había estado involucrado en actividades encubiertas y engañosas en nombre del Partido Comunista Chino y que su relación con el Príncipe Andrés podría usarse para interferir políticamente”.
La embajada de China en el Reino Unido ha reaccionado a través de un comunicado en el que critica las “historias de 'espionaje' infundadas dirigidas contra China”. “Su propósito es difamar a China y perturbar los intercambios normales entre el personal chino y británico”. Y apela al Reino Unido a “dejar de crear problemas” y “de difundir la teoría de la llamada 'amenaza china'”.