Natalia Sánchez ha vivido unos días complicados tras la reciente intervención de su hijo Neo. La actriz ha compartido a través de sus redes sociales el calvario vivido al estar pendiente del estado de salud del pequeño, de cuatro años, que tuvo que ser intervenido en el hospital.
Sánchez ha confesado que antes de la operación estaba “muerta de miedo” al no saber qué le esperaba. No obstante, ha asegurado que “estaba en las mejores manos” y ha agradecido a todos los profesionales el cuidado con el que tratan a sus pacientes, especialmente a los más vulnerables.
“Os aseguro que, ver cómo cuidaban de todos ellos con esa ternura, ese mimo, ese cariño… y ver que la profesionalidad no está reñida con la empatía y la delicadeza...”, ha declarado. Respecto a la recuperación de su hijo Neo, la intérprete ha asegurado que ha sido “latosa, molesta y bastante lenta”, pero que dentro de unos días estará mejor y que “todo habrá valido la pena”.
Por último, la que protagonizara a la joven Teté en Los Serrano, ha agradecido al “universo por estar rodeada de personas maravillosas“. Sánchez ha hecho mención especial a su novio, a quien describe como “el mejor padre y compañero de vida”, y sus dos hijos: Neo, al que ha descrito como “el pequeñín más valiente de la casa, y a su hija Lía, a la que se ha referido com ”la mejor hermana mayor del planeta”.