Desde que Kate Middleton llegase a la familia real británica, su popularidad ha subido como la espuma. La princesa de Gales se ha convertido en uno de los miembros de la realeza más queridos y admirados del Reino Unido gracias a su forma de ser.
Su cercanía es uno de los aspectos que han hecho que el 72% de los encuestados por el Daily Mail la respalden como miembro de los Windsor. Sin embargo, su naturalidad alguna vez le ha jugado alguna mala pasada, sobre todo en los inicios de su relación con el príncipe Guillermo.
El citado medio ha podido saber que Kate “se metió en problemas” durante los primeros días en el palacio de Buckhingam. Algo que le hizo recibir burlas por parte de algunos miembros de su familia política.

Kate Middleton
Y de esto mismo quiso hablar la propia Kate Middleton durante una entrevista por el 90ª cumpleaños de la reina Isabel II. “En mi familia todos se rieron de mí porque paso demasiado tiempo charlando, así que creo que todavía tengo que aprender un poco más y recoger algunos consejos. Sin duda creo que es un verdadero arte la manera de pasear”, confesó.
Según relató, sus suegros fueron los que más se sorprendieron por la forma de ser de la actual princesa de Gales cada vez que tenía contacto con el pueblo.

Los príncipes de Gales junto a la reina Isabel II en el Castillo de Windsor
Es sabido que la madre de Carlos III era muy estricta con sus normas a la hora de darse los baños de masas, tradicionalmente conocidos como 'walkabout'. Una forma de “conocer a un mayor número de personas, no solo funcionarios y dignatarios”, y que sirve a los miembros de la realeza para acercarse a sus seguidores.
Entre las normas más estrictas de Isabel II se encontraba no realizarse fotografías en formato selfie con nadie que no fuera de su confianza ni hablar de forma continuada con una misma persona. Una serie de reglas que los príncipes de Gales han ido rompiendo.
El príncipe Guillermo y Kate Middleton quieren acabar con la brecha generacional
Si la forma de ser de Kate Middleton ha hecho que sea muy cercana con su pueblo, nada podía evitar que tanto ella como su esposo quisieran hacerse fotografías en sus actos públicos. ”Guillermo sabe muy bien que existe una marcada brecha generacional en el apoyo a la monarquía, y que los jóvenes son mucho menos proclives a apoyarla. Por eso, fuentes cercanas al príncipe no han ocultado el deseo del futuro rey de ganarse el apoyo de la generación Z, así que quizás su recién descubierta afición por los selfies sea precisamente ese intento”, comentó la prensa del país.