El príncipe Harry ha vuelto a Angola siguiendo los pasos de su madre, la princesa Diana, para apoyar los esfuerzos de desminado en uno de los países más afectados por estos explosivos. Su visita, organizada en colaboración con la organización benéfica The HALO Trust, busca reforzar el compromiso internacional con la erradicación de minas terrestres, que han dejado un trágico saldo de unas 80.000 víctimas entre muertos y heridos durante y después de los 27 años de guerra civil angoleña.
En el inicio de su viaje, el duque de Sussex se reunió con el presidente de Angola, João Lourenço, para abordar los avances y desafíos que aún persisten en la limpieza de campos minados. James Cowan, director ejecutivo de HALO, explicó que el encuentro sirvió para asegurar el respaldo del gobierno angoleño durante los próximos tres años: “Agradecemos su firme compromiso con la visión de un país libre de minas”.

La visita simboliza la continuidad del compromiso de los Windsor con las víctimas de estos artefactos letales
La visita de Harry evoca la histórica aparición de su madre en 1997, cuando Diana caminó por un campo minado activo en Huambo vestida con equipo protector, imágenes que dieron la vuelta al mundo y ayudaron a impulsar la firma del tratado internacional que prohibió las minas antipersona. Aquella acción valiente fue clave para colocar el tema en la agenda global.
Durante su estancia, Harry también se reencontró con Sandra Tigica, una sobreviviente de mina que conoció Diana cuando la niña tenía 13 años, tras perder una pierna. Hoy, 28 años después, ese reencuentro simboliza la continuidad del compromiso de su hijo pequeño con las víctimas de estos artefactos letales.

Harry con Sandra Tigica, una sobreviviente de mina que Diana conoció cuando tenía 13 años, tras perder una pierna
En un viaje anterior, en 2019, Harry expresó que, de haber vivido, su madre probablemente habría visto cumplida su misión de un mundo sin minas. Aunque Angola se propuso alcanzar ese objetivo para 2025, aún quedan más de 1.000 campos minados repartidos en al menos 67 kilómetros cuadrados.
La visita coincide con los rumores de un posible reencuentro entre el príncipe Harry y su padre, el rey Carlos III tras la reunión informal que mantuvieron los jefes de comunicación de padre e hijo en Los Ángeles, según desveló el Mail on Sunday.