Dos premios Oscar, un Globo de Oro, cuatro premios BAFTA, y una infinidad de galardones más, avalan a Anthony Hopkins como uno de los actores más destacados de la historia del cine. Pese a que ahora vive con más tranquilidad, tiene claro que quiere seguir de forma activa con su carrera profesional a sus 87 años. Algo que ha logrado, entre otras cosas, con su estilo de vida.
“Para ser realista sé que si me quedan unos años más de trabajo, puedo lograrlo. Así que el trabajo me mantiene vivo. Me encanta trabajar. Me encanta ser actor. Me encanta la actividad”, confesó para la revista People.
La energía y la vitalidad invaden el cuerpo del actor en todo momento, y esto se debe a varias decisiones que ha tomado a lo largo de su vida. Entre ellas, se encuentra haber eliminado el azúcar de todas sus comidas para que no le acabe afectando de forma directa o indirecta.
“No tomo comida basura, aunque sí me gustan las cosas dulces. Pero he dejado de tomarlas hace un par de años. Basta. Ya ni siquiera como miel. Pero no, me siento más saludable. Me siento más despierto”, reconoció.
Anthony Hopkins: “Donde quiera que estés pide asistencia, no te avergüences de ello”
Pero su buen momento no solo se debe a su rutina alimentaria y de ejercicio, sino a su mentalidad ante la vida. El actor tiene claro que debe alejarse de todo aquel que le aporte cosas negativas en su día a día.
“Manténgase fuera del círculo de toxicidad con las personas que te ofendan. No escuchen a gente dañina. No se dejen menospreciar”, aconsejó a sus seguidores en redes sociales. Así es como él ha logrado mantener su sonrisa y estar muy feliz con la vida que tiene en la actualidad.

Anthony Hopkins, hace unos años
Por lo contrario, tampoco duda en pedir ayuda siempre que lo necesita, sobre todo desde el problema que tuvo hace casi cinco décadas y que pudo haber sido definitivo. “Donde quiera que estés pide asistencia, no te avergüences de ello. Hace 47 años, estaba en una situación desesperada y probablemente no me quedaba mucho tiempo. Tengo la mejor vida que puedo imaginar y ni siquiera puedo atribuirme el mérito”, señaló.