El auge de la inteligencia artificial está transformando ámbitos que hasta hace poco parecían intocables, y Hollywood no se libra de esa ola de cambios. Guiones, procesos de producción e incluso decisiones creativas empiezan a estar marcados por herramientas capaces de automatizar tareas o generar contenidos de forma inédita.
En este contexto, la conversación sobre quién debe participar en ese desarrollo no es menor, porque condiciona tanto la manera en que se hacen las películas como el tipo de historias que llegan a las pantallas. Y entre las voces que han puesto el foco en este debate se encuentra Reese Witherspoon, convencida de que el futuro del cine no puede escribirse sin una participación activa de las mujeres en el terreno de la IA.
Presencia femenina
La inteligencia artificial solo tendrá futuro en el cine con mujeres implicadas
La actriz, que lleva cuatro temporadas interpretando a Bradley Jackson en The Morning Show, ha hablado de ello en Glamour: “Es muy, muy importante que las mujeres estén implicadas en la inteligencia artificial… porque será el futuro del cine”. Para ella, esa implicación no es solo una cuestión de representación, sino también de asegurar que las herramientas tecnológicas reflejen miradas diversas en una industria históricamente dominada por hombres.
Con 49 años, Witherspoon reconoce que este trabajo en la serie de Apple TV+ es el más duradero de su carrera y que su rol como productora le permite influir de otra manera en lo que sucede detrás de las cámaras. Ha explicado que disfruta del proceso de producción porque le da la oportunidad de impulsar proyectos en los que las mujeres cuenten sus historias con libertad y sin filtros externos. Esa visión conecta de forma natural con su interés por la IA, un terreno en el que ve riesgos, pero también la posibilidad de abrir puertas a nuevas narrativas.

La actriz considera que la creatividad humana nunca será sustituida
Más allá de la teoría, Witherspoon utiliza a diario estas herramientas en su vida personal. Ha citado ejemplos como buscadores especializados, asistentes virtuales o aplicaciones que facilitan desde la compra de un electrodoméstico hasta la gestión de una cita médica. Esa experiencia alimenta su idea de que la IA está llamada a ser parte del día a día y que, por tanto, la industria audiovisual no puede quedarse al margen.
En paralelo, la actriz subraya que la creatividad nunca quedará relegada por completo, aunque ciertos procesos cambien de forma radical. Según sus propias palabras, habrá transformaciones que reduzcan la necesidad de tareas manuales, pero la capacidad artística seguirá ocupando un lugar central. Dicho de otra manera: la tecnología puede alterar los métodos, pero no la esencia de contar historias.
En un sector donde el equilibrio entre tradición y cambio siempre ha sido delicado, Witherspoon parece tener claro que mirar hacia otro lado no es una opción. Y aunque el futuro del cine se escriba con algoritmos, ella insiste en que las mujeres deben estar en esa conversación desde el principio, porque, si no, lo que quede fuera de la ecuación será mucho más que un simple detalle.