Se cierra el ciclo. Este jueves 30 de octubre concluye la segunda edición de Supervivientes All Stars. La consagración del éxito de su primera temporada especial con exconcursantes de años anteriores, que en 2024 coronó vencedora a la canaria Marta Peñate y marcó un punto de inflexión en su carrera televisiva y personal. Después de 38 días de hambre, calor y pruebas físicas exigentes, la que fuera concursante de Gran Hermano 16 celebró su triunfo ante la mirada atenta del público, consolidando un liderazgo que se mantuvo hasta la final.
Su victoria no estuvo exenta de polémica. Comentarios de “tongo” surgieron en redes, pero las encuestas y la participación mayoritaria del público confirmaron lo que la propia concursante ya intuía. Era la favorita. Entre abrazos y lágrimas, Marta recibió los 50.000 euros del premio, una cifra menor que en ediciones normales, pero suficiente para abrir nuevos planes de vida junto a su pareja, Tony Spina, presente entonces en Honduras para acompañarla en cada momento de la final.
“Ese dinero no se va a tocar”
Marta Peñate pospuso la inversión del premio de 50.000 euros
Inicialmente, Marta había expresado su intención de utilizar el dinero para comprar una casa y cumplir un sueño familiar. Sin embargo, tras analizar la situación del mercado inmobiliario y las tasas de interés, decidió esperar. La colaboradora canaria compartió en sus redes sociales que su prioridad era invertir con cabeza y prudencia, evitando decisiones precipitadas: “Su función es esa”.
 
            Marta Peñate ganó la primera edición de 'Supervivientes All Stars'.
La paciencia se convierte así en protagonista de sus planes, sin prisa por materializar la recompensa. Incluso el deseo personal de intentar ampliar la familia se mantiene en pausa, afectado por temores y dificultades de salud que Marta prefiere afrontar con calma. Mientras tanto, ha mantenido vínculos cordiales con excompañeros de concurso como Alejandro Nieto y Jorge Pérez, aunque algunas relaciones, como con Sofía Suescun, siguen distantes.
Su determinación, que se intuye se ha mantenido un año después, reflejaba un enfoque de planificación a largo plazo. Marta no solo priorizaba la inversión económica, sino que también sirvió de ejemplo que la experiencia vivida en Honduras sirve para reflexionar sobre las propias metas y cómo alcanzarlas sin precipitación. El premio, por tanto, quedaría en una herramienta de futuro que en un gasto inmediato.
¿Cogerá su relevo?
Su novio Tony Spina, finalista en la edición actual, sigue la saga tras su boda en la isla
Este año, ha sido su chico Tony quien ha pasado casi dos meses de intensa aventura en la segunda edición de Supervivientes All Stars, Un desafío superado que hoy se sitúa entre los finalistas, con un recorrido que, inevitablemente, recuerda a aquel julio de 2024, cuando estuvo en los Cayos Cochinos asistiendo a la victoria de su pareja.
 
            Tony y Marta, durante su reciente boda en Honduras.
Además, esta experiencia ha valido para consolidar aún más si cabe la relación entre ambos. El pasado 7 de octubre, la dupla de televisivos contrajo matrimonio en las playas del Caribe, en una ceremonia oficial televisada con decoración nupcial, votos, invitados de honor y música en directo. Un enlace que marcaba un hito en la historia del concurso, combinando la emoción del amor con la tensión de la competición.
Y así, mientras se intuye que Marta todavía planifica el destino de su premio con paciencia, Tony enfrenta la posibilidad de embolsarse otra cantidad generosa si consigue el primer puesto. Coordinación vital que, de darse, marcaría un cierre sólido y tangible al año y medio de victorias, gestos de amor y retos extremos que ambos han vivido, tanto en España como en Honduras. Siempre con esa idea de que el premio no es solo un dinero, sino un plus para dar forma a su proyecto de vida en pareja.

