Hace ya 28 años que la presentadora Isabel Gemio adoptó a su primer hijo Gustavo Menrique. A pesar de la gran felicidad que le trajo la llegada de su primer hijo, su vida como madre nunca ha sido fácil. Cuando estaba embarazada de su segundo hijo, a Gustavo, que en aquel entonces tenía 21 meses, le diagnosticaron distrofia muscular de Duchenne. Una enfermedad rara que provoca el deterioro de los músculos con el paso del tiempo.
La periodista admite que no ha sido fácil lidiar con la dolencia de su descendiente pero que, a pesar de ello, siempre ha intentado estar a la altura como madre. “Mis hijos me han enseñado muchísimo y me han obligado a ser mejor”, ha confesado recientemente para la revista Diez minutos.
">
El verano pasado, el hijo mayor de la presentadora estuvo ingresado en el hospital a causa de su enfermedad, un episodio que la locutora prefiere no rememorar. “Son cosas que pasan y las madres y las familias que tienen estos enfermos en casa saben que es muy habitual pasar días en un hospital”, comentó poco tiempo después.
Desde el diagnóstico de Gustavo, Gemio ha estado volcada tanto en la crianza y cuidado de su hijo, como en la visibilización de su enfermedad. A raíz de este suceso, la presentadora creó en 2008 su propia fundación para la Investigación de Distrofias Musculares y Otras Enfermedades Raras, con el objetivo de impulsar el avance científico frente a este tipo de afecciones.
“A los 12 años ya necesitó una silla de ruedas. A los 14 ya no podía abrazarnos”, confesó en una carta que hizo pública el año pasado en el Día Mundial de Duchenne. A pesar de que la ciencia ha hecho grandes progresos en los últimos años, la comunicadora teme que estos “no lleguen a tiempo para un caso como el suyo”.

